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domingo, noviembre 24, 2024

Balacera desata el pánico y Lalo Rivera Pérez se esconde

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Eran alrededor de las 11:00 horas del martes 28 de junio, en el Centro de Salud Francisco I. Madero, ubicado en la ciudad de Puebla. Cientos de personas hacían fila para la aplicación de vacunas contra la Covid-19 a menores de entre 5 y 11 años de edad. El estruendo de una balacera encendió, segundos después, las alarmas y el pánico entre la multitud.

La noticia corrió como la pólvora: las primeras versiones apuntaron a que un hombre, a bordo de una motocicleta, disparó un arma de fuego contra una persona que estaba formada en la fila de inoculación. Unas horas más tarde, se supo que se habría tratado de una agresión directa contra un hombre identificado como Fernando Flores García, alias “La Zorra”, quien presuntamente había sido sentenciado por homicidio calificado, narcomenudeo y robo de vehículo, lo que levantó las sospechas sobre un ajuste de cuentas.

Lo cierto es que, en los hechos, cuatro personas resultaron lesionadas: dos adultos y dos menores de edad, quienes fueron atendidos por personal de Protección Civil y del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA).

Sin duda, lo que más destacó fue la ausencia del presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, pues en lugar de brindar información en sus redes sociales sobre la gresca, que de inmediato se convirtió en tendencia nacional, o informar sobre la condición de salud de los menores de edad baleados, prefirió presumir la llegada de un parque industrial a la ciudad.

Hasta las 13:36 horas, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) decidió a emitir un escueto comunicado en el que reconocieron que no tenían la menor idea de quién fue el responsable de las agresiones en plena fila de vacunación; incluso exhortaron a la población a coadyuvar a la identificación de los agresores, al verse rebasados ante la situación.

Para el momento de la emisión del comunicado, peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) ya habían hallado 14 indicios balísticos y se encontraban coordinados con la Guardia Nacional, el Ejército, la Secretaría de Seguridad Pública estatal y con el apoyo de la Policía municipal.

De acuerdo con la SSP, el ataque fue contra una persona en particular que resultó herida, los menores lesionados y un adulto se encontraban estables, mientras que uno más estaba grave, aunque la jornada de vacunación continuó tras un largo momento de tensión.

 

MINUTOS DE PÁNICO EN LA FILA

Fueron minutos de pánico. El centro de Salud Francisco I. Madero, ubicado a unas calles del bulevar Hermanos Serdán fue el inmueble donde cientos de personas escucharon el estrépito.

Las personas que hacían fila para vacunar a sus hijos no daban cuenta de lo que había sucedido. Algunos aseguraban que se habían escuchado disparos a lo lejos y tras los primeros rumores, decenas huyeron del lugar ante el pánico generado.

Esther Sánchez, una de las personas que se encontraba en el sitio, narró que las madres de familia que se encontraban en el punto donde ocurrió la balacera, de inmediato se tiraron al piso sobre sus hijos ante el temor de que fueran alcanzados por una bala perdida.

“Las señoras empezaron a correr y a gritar unos que había balacera, estaban unos policías que salieron corriendo a ver qué pasó y la gente sí se espantó, los niños llorando y empezaron a decir que ya no iba a haber vacunación, algunos se fueron y otros se quedaron (…) Donde fue la balacera había una cancha y muchos se tiraron al piso sobre sus hijos para protegerlos”, narró la testigo.

Otros testimonios apuntan que, aunque en el sitio había presencia de policías municipales y corrieron al punto exacto de los hechos para verificar el motivo del estruendo, vieron a dos personas a bordo de una motocicleta que escaparon con dirección al bulevar Hermanos Serdán, sin ser capturados por los uniformados.

“La mayoría corrió, los que no, nos resguardamos en el piso para evitar una bala perdida o nos resguardamos en los carros que había alrededor del centro”, dijo otra de las personas presentes en el incidente.

Horas antes del atentado que desató el pánico entre padres de familia, menores de edad y
personal de salud, Eduardo Rivera Pérez fue cuestionado por el alza de la actividad criminal
en los mercados Hidalgo, La Cuchilla y Unión, así como otros reportes de inseguridad en el
municipio. El alcalde justificó que el problema de delincuencia es generalizado en todo el país y, en el caso, de la capital es parte de la herencia que recibió de la administración morenista de Claudia Rivera Vivanco.

“Nos dejaron, la administración anterior, las videocámaras inservibles, hoy ya funciona el sistema de videovigilancia, nos dejaron las patrullas en pésimas condiciones, hoy estamos en un proceso de compra de 300 unidades (…) Por parte del municipio me siento tranquilo porque estamos haciendo la chamba necesaria para combatir el delito, más de 3 mil personas detenidas, ¡eh!”, apuntó.

A la par de la balacera en el centro de vacunación, se reportaron disturbios sobre Bulevar Atlixco y avenida Reforma, a la altura del Walmart, donde integrantes de la organización 28 de Octubre sostuvieron una pelea a golpes contra otro grupo de informales por la disputa de espacios, hecho que dejó cuatro personas lesionadas y una más detenida.

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