Un ataque aéreo ruso contra el poblado de Yarova, en la región de Donetsk, provocó la muerte de al menos 20 civiles mientras recogían sus pensiones, denunció este martes el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky.
De acuerdo con las autoridades locales, el número de víctimas podría ascender a 24 fallecidos y 19 heridos, en su mayoría personas mayores. El bombardeo se produjo al mediodía, cuando decenas de habitantes hacían fila en un punto de entrega de pensiones.
El ataque fue ejecutado con una bomba planeadora de fabricación soviética, un armamento que Rusia ha utilizado de manera creciente contra asentamientos rurales cercanos al frente de batalla. El impacto destruyó varias edificaciones y dejó escombros dispersos en la zona.
En un mensaje difundido tras el ataque, Zelensky condenó lo ocurrido como un acto “brutalmente salvaje” contra la población civil y pidió a la comunidad internacional responder con firmeza.
“El mundo no debe permanecer en silencio”, afirmó, solicitando apoyo adicional de Estados Unidos, la Unión Europea y los países del G20.
El gobernador regional de Donetsk, Vadym Filashkin, calificó la agresión como “puro terrorismo”, mientras que el comisionado de Derechos Humanos de Ucrania, Dmytro Lubinets, la describió como una muestra de “terrorismo sistémico” por parte de Moscú.
El poblado de Yarova se encuentra cerca de la línea del frente y ha sido blanco de ataques en el pasado debido a su vulnerabilidad. En las últimas semanas, Rusia ha intensificado el uso de bombas planeadoras, aumentando la destrucción en zonas residenciales del este de Ucrania.
Mientras tanto, Moscú informó este martes haber derribado 31 drones ucranianos sobre su territorio, lo que refleja la escalada de ataques y represalias en ambos bandos.