Durante la entrega de la condecoración “Maestro Manuel Altamirano” y el premio “Maestro Rafael Ramírez” a maestros con 30 y 40 años de servicio, Armenta envió un mensaje claro: su gobierno no tolerará la corrupción ni la persecución política dentro del sector educativo.
Ante decenas de maestros de las secciones 23 y 51 del SNTE, el mandatario estatal aseguró que conoce las demandas del gremio porque creció entre ellas, al haber estudiado en instituciones públicas con carencias evidentes.
“Soy producto de las escuelas de la Sección 23 y 51 del SNTE, y sé lo que significa no tener lo básico. Por eso, más allá de discursos, estamos actuando”, dijo.
Uno de los anuncios más relevantes fue el inicio de una auditoría al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP), una de las instituciones más señaladas por el magisterio.
“No necesitamos esperar a las pruebas de la auditoría; ya sabemos que era un nido de corrupción”, sentenció Armenta al asegurar que las auditorías no serán excusa para detener el mejoramiento de los servicios médicos.
Asimismo, reveló que también se ordenó una auditoría al Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos (CAPCEE), organismo que, aseguró, fue convertido en “caja chica de autoridades pasadas”, por lo que confirmó su desaparición para dar paso a una nueva estructura dentro de la SEP.
En materia de respeto a la pluralidad política, el gobernador fue enfático: ningún maestro debe ser reprimido por militar en una fuerza política distinta al partido en el poder.
Por tanto, instruyó al titular de la SEP, Manuel Viveros Narciso, impedir traslados injustificados de plazas, al señalar que el servicio docente no debe estar condicionado a lealtades partidistas.
Además de las auditorías, Armenta anunció inversión en escuelas para dotarlas de sistemas de captación de agua y paneles solares con inversión de migrantes.
