Los nuevos aranceles “recíprocos” impulsados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entraron en vigor este jueves, afectando a más de 60 países, incluidos socios estratégicos y aliados históricos. La medida marca una nueva etapa de tensiones comerciales que ya genera incertidumbre en los mercados internacionales y preocupación por sus efectos económicos tanto dentro como fuera del país.
El paquete arancelario contempla incrementos que van del 10 % al 50 %, dependiendo del país y el producto, bajo el argumento de restablecer un “comercio justo” y equilibrar los flujos económicos. Entre los países más afectados figuran India y Brasil, que enfrentan tarifas de hasta el 50 %. En tanto, Suiza fue notificada de un arancel del 39 %, lo que provocó una reunión de emergencia del gobierno helvético.
Pese a la presión diplomática de las últimas semanas, solo algunas naciones —como el Reino Unido, Japón, Corea del Sur y la Unión Europea— lograron negociar reducciones que ubican sus aranceles en un promedio del 15 %, tras acuerdos bilaterales acelerados.
La administración de Trump ha defendido los aranceles como parte de una política económica nacionalista y recaudatoria. En su red Truth Social, el presidente celebró la entrada en vigor con un mensaje en mayúsculas:
“¡CINCO MIL MILLONES DE DÓLARES EN ARANCELES ESTÁN FLUYENDO AHORA MISMO A LOS ESTADOS UNIDOS!”
A pesar del nerviosismo geopolítico, los principales índices bursátiles en EE.UU. y Asia reaccionaron con moderadas ganancias, reflejando una aparente adaptación de los mercados financieros al nuevo escenario arancelario. Sin embargo, analistas advirtieron que el verdadero impacto se reflejará en las cadenas de suministro, la inflación y el comercio exterior en los próximos meses.
Empresarios y gobiernos manifestaron inquietud por la posibilidad de que los nuevos impuestos encarezcan productos clave, afecten la inversión extranjera y generen represalias por parte de otras economías.
Esta ofensiva arancelaria se apoya en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), lo que le ha permitido al presidente Trump aplicar las medidas sin necesidad de aprobación del Congreso. Expertos señalan que este uso de facultades ejecutivas marca una redefinición radical del comercio global, bajo un modelo unilateral y con un enfoque más agresivo incluso hacia aliados tradicionales.