Cabritos Social Group no sólo cobró 300 pesos a cada menor de edad que asistió a la fiesta “Halloween 2022”, sino que los organizadores también vendieron alcohol a cada asistente sin acreditar su mayoría de edad, lo que provocó que más de una decena quedara en grave estado etílico, inconscientes y vomitando en plena vía pública.
La promesa de la invitación a la fiesta, que comenzó a las 19:30 horas, era la presentación de diversos DJ´s locales y la actuación sorpresa de la agrupación de reggaetón llamada La Factoría, que comenzaría a las 00:30 horas.
Sin embargo, lo que fue planeado inicialmente como una fiesta solo sirvió para dejar de manifiesto que el Ayuntamiento de Puebla no cuenta con estrategias para sancionar a establecimientos que violan flagrantemente el Código Reglamentario Municipal (Coremun).
Esta actitud de las autoridades locales mereció una amonestación pública del gobernador Miguel Barbosa Huerta, quien, ante la omisión de la Comuna en el tema, adelantó que impulsará modificaciones a las leyes municipales para que el alcalde y su equipo no pongan excusas para sancionar a los negocios.
Aunque el edil panista calificó como “especulaciones” que los organizadores hayan vendido bebidas alcohólicas a los estudiantes, en redes sociales comenzaron a circular videos en los que se aprecia que personal que fue contratado para el evento, repartió bebidas embriagantes a los asistentes.
“¡Shot, shot!”, se escucha en los videos que fueron difundidos en redes sociales, donde se aprecia que uno de los Dj´s que se encargó de ambientar repartió tragos directos de la botella a los jóvenes.
De acuerdo con testimonios recabados por periódico Central, se estima que fueron alrededor de 3 mil personas las que abarrotaron el salón Country de San Manuel, quienes tuvieron la oportunidad de consumir en el lugar o bien llevar sus propias bebidas embriagantes con un costo de 50 pesos por el descorche.
No sólo fue el consumo de bebidas alcohólicas, presuntamente adulteradas, sino que trasciende que en el lugar se permitió también el consumo de marihuana, entre otras drogas, lo que habría potencializado los efectos de la ingesta alcohólica.
Los estudiantes que acudieron, en su mayoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) de las preparatorias Enrique Cabrera y 2 de Octubre, debían adquirir los accesos mediante preventa y al momento de hacerlo se les invitaba a que difundieran la fiesta con sus conocidos.
A pesar de lo ocurrido con los estudiantes intoxicados, Enrique Guevara Montiel justificó que un día después del incidente, cuando decidieron actuar, el dueño del salón social indicó que el evento fue privado, por lo cual se retiraron del lugar, pues no podían colocar ninguna sanción al no estar facultados.
El burócrata inclusive aseveró que parte de la responsabilidad era de los padres de familia por no saber dónde se encuentran sus hijos, mientras que el alcalde Eduardo Rivera se limitó a mencionar que los afectados tenían que presentar sus denuncias ante la Fiscalía General del Estado o de otro modo, las acusaciones no serían más que trascendidos.
Las omisiones ya han llamado la atención del gobernador Miguel Barbosa Huerta, quien además de intervenir con modificaciones al Coremun, exhortó al alcalde y su equipo a no poner excusas para hacer su trabajo: “Va a haber un muerto y no nos va a gustar nadie”, recriminó.