| Ignacio Juárez
/Osvaldo Valencia
Tuvieron que pasar 94 años, desde aquel 4 de marzo de 1929 cuando Plutarco Elías Calles anunció la creación del Partido Nacional Revolucionario —uno de los tres membretes que el PRI ha tenido a lo largo de su historia—, para que el otrora partido en el poder no tuviera un candidato presidencial.
Y como una broma de humor negro, el anuncio fue realizado justamente en el auditorio “Plutarco Elías Calles”, en la sede nacional del PRI.
El dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, alias Alito, necesitó 51 palabras para confirmar lo que hasta hace seis años parecía imposible.
“Los 32 comités estatales, los 42 comités directivos estatales, los 2 mil 450 comités directivos municipales, los 90 mil seccionales en el país, nuestros sectores y organizaciones nacionales hemos tomado la decisión de respaldar la candidatura única en la persona de Xóchitl Gálvez para encabezar al Frente Amplio por México”.
Es un hecho, por primera vez desde 1929, el PRI no tendrá candidato a la presidencia de la República.
La estrategia de Moreno Cárdenas había sido puesta en marcha desde el 29 de agosto, cuando anunció sorpresivamente que a la aspirante priista Beatriz Paredes Rangel no le favorecían los resultados de las encuestas realizadas por el Frente, de ahí que su partido debería tomar una decisión.
El dirigente priista solo requirió de unas cuantas horas para concretar el paso definitivo. Y para eso contó con el respaldo de los tres partidos del Frente, quienes instruyeron al Comité Organizador para que al filo de las 14 horas diera a conocer los resultados de los estudios demoscópicos que deberían haber sido anunciados hasta el domingo 3 de septiembre.
En un comunicado, los integrantes del Comité Organizador informaron que las casas encuestadoras Reforma y Wise fueron las contratadas. La primera fue la responsable de efectuar el sondeo telefónico, cuyo resultado arrojó que el 59.4 por ciento de los entrevistados manifestó su apoyo para Xóchitl Gálvez, mientras que el 40.6 por ciento dijo apoyar a Paredes.
Por otro lado, la medición de Reforma se realizó en viviendas y arrojó una aprobación del 56.8 por ciento a favor de la senadora del PAN, mientras que la priista fue respaldada por el 43.2 por ciento.
En la ponderación de los resultados de las dos encuestas, la panista Xóchitl Gálvez cuenta con un 57.58 por ciento del apoyo de los encuestados, mientras que la tricolor Beatriz Paredes alcanzó un 42. 42 por ciento de respaldo, lo que muestra una ventaja de 15.16 puntos porcentuales de la senadora hidalguense.
“Una vez que se dieron a conocer estos resultados, el Comité Organizador se comunicó personalmente con las dos aspirantes a efecto de les a conocer la información. El Comité agradeció el profesionalismo y puntualidad de las dos empresas participantes”, refirieron en el comunicado.
“ALITO” Y LA OPERACIÓN
El anuncio del Comité Organizador fue suficiente para Beatriz Paredes cediera ante las presiones de Alejandro Moreno.
Ante este escenario, convocó a las dirigencias estatales y municipales del partido para “evaluar el escenario político nacional” y “definir” su respaldo a la panista en beneficio de la unidad al interior del Frente.
“Es el tiempo de cerrar filas y buscar lo que más le convenga al Frente Amplio por México… Somos inteligentes y claros, cuando hay ventajas claras hay que ir con la alternativa más competitiva. Beatriz Paredes es una gran compañera y es nuestra amiga, hemos estado en comunicación permanente.
“La información indica una ventaja amplia y consolidada por parte de Xóchtil Gálvez, y en ese sentido, y con toda responsabilidad debemos actuar en función y con estrategia. Por esas razones, los 32 comités directivos y estatales y organizaciones nacionales decidimos respaldar la candidatura única de Xóchitl Gálvez, y por ello buscamos reducir el desgaste político”, agregó Alito Moreno Cárdenas en su alocución.
La noticia corrió como reguero de pólvora.
Lo único que se esperaba era la confirmación la confirmación de Beatriz Paredes sobre su salida del proceso interno del Frente.
Y eso ocurrió por la noche, en una reunión a puerta cerrada con las dirigencias de su partido. Las palabras fueron difundidas horas más tarde.
¿Qué dijo? Que los números no le favorecen.
Que no hubo acuerdos en lo oscurito.
Que hubo una guerra sucia sobre su invalidez tras sufrir una lesión en el tobillo.
Que los prejuicios de su militancia priista campearon en amplios sectores.
Que amplios sectores de la sociedad civil le pidieron que abandonara a su partido.
Que no tuvo la aptitud convencer a sus correligionarios.
La declinación fue sellada con un abrazo que quedó registrado en una fotografía que el mismo Comité Ejecutivo Nacional del PRI difundió en su página web oficial.
Alejandro Moreno y Beatriz Paredes aparecen sonriendo, como si ahí no hubiera pasado nada.
Como si fuera una vuelta a la hoja.
Lo que la fotografía no dijo es que ese abrazo también puso fin a 94 años en que el PRI postuló a sus propios candidatos presidenciales.
