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miércoles, octubre 16, 2024

Adán Domínguez “se autovota” para aprobar estados financieros del Ayuntamiento pese a irregularidades

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La última sesión de Cabildo a cargo del alcalde sustituto de Puebla, Adán Domínguez Sánchez, dejó un sabor amargo. Un grupo de regidores del PAN decidió darle la espalda justo cuando salió a la luz que su administración dejó un hoyo financiero de 680 millones de pesos, y solo con su voto de calidad logró la aprobación de los últimos Estados Financieros, en un cierre marcado por la división y el desencanto.

El socio comercial del excandidato Eduardo Rivera cerró su único año de gobierno sin un futuro político inmediato, luego de que se cayeron sus aspiraciones por presidir el Comité Directivo Estatal del PAN y sin el padrinazgo de quien hace tres años creó un cargo exclusivamente para él.

El pasado viernes, el salón de Cabildo, repleto de documentos y cuentas por revisar, fue escenario de un cierre lleno de tensiones, donde el sello de los panistas impregnó cada rincón: las contradicciones y la opacidad.

La intervención del regidor de Morena, Leobardo Rodríguez Juárez, no fue una simple exposición de hechos, sino un desenmascaramiento de lo que, en sus palabras, calificó como un acto de “criminalidad”.

Rodríguez Juárez comenzó con un recordatorio, casi irónico, sobre las promesas que la administración hizo al inicio de su gestión: corregir el rumbo que la anterior administración había dejado en el aire, con un supuesto déficit de 23 millones de pesos. Tres años después, la cifra había crecido desmesuradamente.

“Cuando llegaron y prometieron corregir el rumbo se habló de que la anterior administración había dejado un pendiente, o les faltaban a ustedes 23 millones para concluir el año, y siempre comentamos con elementos que era un tema absolutamente falso. El tiempo nos dio la razón, les faltaban 23 millones y a la próxima administración le van a faltar 680”, apuntó.

El detalle más inquietante vino después: “Se gastaron el predial anticipado de 2025”, lanzó el regidor como una bomba al aire, al recordar que los recursos que debían ser destinados a las finanzas del cierre de año, ya habían sido consumidos sin autorización del Cabildo.

El morenista sostuvo que, en una especie de artimaña, se habían recalendarizado los ingresos de octubre, noviembre y diciembre para gastarse en julio, agosto y septiembre, de ahí que no hubiera recursos suficientes para que José Chedraui Budib comience su gestión.

Los documentos financieros, según el regidor, no detallaron en qué se había gastado ese dinero adelantado, además de que los números mostraban discrepancias claras, con la duda de si se trataba de errores accidentales logísticos o premeditados.

El morenista manifestó que había responsabilidad sobre los miembros del Cabildo por haber votado información financiera sin la debida revisión.

“Hay omisión, al menos una omisión moral. Tendrán que darle la cara a quienes hace tres años les dieron su voto y explicarles por qué dejaron un hoyo financiero de esta magnitud”, afirmó.

Rodríguez recordó que desde mayo había advertido sobre el sobregiro en el presupuesto municipal y cuestionó la falta de atención de sus compañeros. “Nadie puede decirse sorprendido; todos sabían”, dijo.

El regidor hizo un llamado al presidente municipal para que inicie las investigaciones correspondientes y se deslinden responsabilidades, pues dijo que no se podía ignorar la Ley de Disciplina Financiera, la Ley de Contabilidad Gubernamental y el Código Presupuestal del municipio.

La respuesta del presidente municipal, Adán Domínguez, fue un tanto desconcertante. Con una sonrisa cínica, se limitó a agradecer a Rodríguez, ignorando la seriedad de las acusaciones: “Gracias, querido regidor y amigo”.

De 23 votos emitidos, sólo 12 fueron a favor, mientras que ocho fueron en contra y hubo además tres abstenciones de los regidores Luis Edilberto Franco, Ricardo Grau y Christian Guzmán, estos últimos quienes dieron la espalda al edil pese a su militancia panista.

En su intento de justificar las observaciones, el alcalde sustituto aseguró que el hoyo financiero de 680 millones era una mentira con “M” mayúscula, y acusó que era un intento de afectar a su administración pues dejará recursos suficientes a la administración siguiente.

Envalentonado, intentó arremeter contra el gobierno del occiso Miguel Barbosa Huerta, al recordar la inversión con el banco Accendo, pero lo que no dijo es que los propios estados financieros reflejan además de un hoyo financiero de 680 millones de pesos, deudas por 448.2 millones de pesos y sólo 469 millones de pesos en bancos.

 

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