Un joven, cuya edad apenas rebasa la treintena, recorre el país con un puñado de poemas musicalizados asumiéndose como cantante de pop rock; sin embargo, Zabdiel lleva en su guitarra sonidos que tocan las fibras sensibles de los escuchas en cada rola trabajada a fuego lento, un poco cada día.
El cantautor hidalguense visita Puebla en el marco de su gira Fragmentado, título de su más reciente producción, en cuyas letras el artista comparte con el escucha las peripecias de sus vivencias, propias y prestadas, donde hay incluso tres divorcios.
“Aquí está lo que quedó de mis paciones, amores, tristezas, vamos a poquito más de la mitad de la gira y noto al público más receptivo, atentos a lo que pasa en el escenario”, comenta en entrevista para Exilio e Hipócrita Lector.
En su periplo, Zabdiel regresa a la Sala Forum este viernes acompañado de tres de sus cómplices, cartas mayores en el mundo de la canción de autor contemporánea: Raúl Ornelas, Édgar Oceransky y Carlos Carreira, quienes interpretarán en concierto los temas que grabaron con el pachuqueño para esta producción.
Zabdiel, es un artista independiente, cantante y compositor de canciones creadas por la inspiración que da la vida, el amor en todas sus presentaciones, por los kilómetros de viajes y por las personas que va encontrando en el camino.
“Una de las cosas más bonitas de ser cantautor es que puedes irte a donde el sentimiento te vaya llevando, donde tengas ganas de explorar y yo la verdad soy muy curioso; en este disco, va en el sentido del pop rock, pero me gusta mucho experimentar en los géneros y en Fragmentado vienen dos boleros, uno con Raúl Ornelas”, comenta.
En opinión de Zabdiel la interpretación de un bolero supone contar con un buen filín, como lo tuvo el recién fallecido Pablo Milanés, quien tenía bien amarrado el sentimiento para interpretar ese género.
“Lo conocí por mi abuela que escuchaba a Pablo, Sabina, Silvio; son mi primer encuentro con la poesía, siempre digo que hago canciones por Joaquín Sabina, un disco que me voló la cabeza es Física y Química. A partir de ahí entendí que había un mundo de posibilidades para expresarse. Este año que mi abuela falleció, me toca fibras muy sensibles”, comparte.
El músico refiere que para este material busco las colaboraciones de grandes artistas de su admiración como Edgar Oceranski, Diego Ojeda —de España—, Carlos Carreira y Raúl Ornelas, con quienes trabajar se convirtió en un lujo.
“Tuve el atrevimiento de acercarme a ellos, les ha gustado las canciones y las grabaron en este disco. Me divierte muchísimo hacer canciones, me divierte, es una constante en mi vida es uno de los ingredientes principales”, comenta.
Refiere que escribir una canción es 70 por cientos transpiración y 30 inspiración, pues es necesario el trabajo constante, “estar moviendo la pluma”, refiere al considerar esta generación de cantautores es coherente entre su discurso.