La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que la propiedad privada está protegida, pero reconoció que el país enfrenta un serio problema de viviendas abandonadas, muchas de ellas adquiridas mediante créditos del Infonavit y luego deshabitadas por fraudes o condiciones inadecuadas.
“No se trata de quitarle una vivienda a quien le pertenece”, afirmó Sheinbaum en su conferencia matutina, al referirse al nuevo plan habitacional del gobierno.
Durante años, se construyeron casas alejadas de centros urbanos, lo que provocó que muchos trabajadores, al no poder habitarlas adecuadamente, optaran por abandonarlas. Además, despachos jurídicos cometieron fraudes al intentar recuperar estas propiedades, provocando la pérdida de miles de millones de pesos.
El gobierno federal analiza un rescate legal de 800,000 viviendas abandonadas, con base en un diagnóstico claro sobre su situación jurídica.
“Primero hay que saber si la vivienda tiene dueño, si hay deuda con Infonavit, y si la persona sigue pagando”, explicó Sheinbaum.
Asimismo, aclaró que no se entregarán viviendas sin servicios básicos ni se afectará a quienes tienen derechos legítimos sobre las propiedades.
Sheinbaum subrayó que todo el proceso se hará dentro del marco legal, garantizando los derechos de los trabajadores y evitando repetir esquemas injustos del pasado.
“Sería injusto dar viviendas sin servicios, pero también sería absurdo dejarlas abandonadas”, puntualizó.
El gobierno proyecta la construcción de más de un millón de viviendas nuevas durante el sexenio, por lo que resolver el problema de las casas abandonadas se ha convertido en una prioridad nacional de vivienda y justicia social.
