La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, calificó como una medida “injusta” y “sin sustento legal” la decisión del Gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, de aumentar al 50% los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, una decisión que, dijo, afecta gravemente a la industria mexicana y al comercio bilateral.
Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, la mandataria señaló que esta acción no solo carece de fundamento económico, sino que además contraviene los principios del T-MEC (Tratado México, Estados Unidos y Canadá) y contradice el discurso oficial de cooperación en materia de seguridad y comercio entre ambos países.
“Es una medida muy injusta. México importa más acero y aluminio de lo que exporta. Este tipo de medidas normalmente se justifican cuando hay un superávit comercial, pero no es el caso”, afirmó Sheinbaum.
También apuntó que Estados Unidos solo exceptuó a Reino Unido, que mantiene un arancel del 25%, mientras que el resto de los países, incluidos México, Canadá, Brasil, Corea del Sur, Vietnam y China, enfrentan ahora un arancel del 50%.
La presidenta informó que este mismo día se reuniría con representantes de las cámaras del acero y aluminio, así como con el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien también sostendría encuentros con los titulares de comercio internacional y el secretario de Comercio estadounidense.
“Nuestra responsabilidad es proteger el empleo y a las y los trabajadores mexicanos, así como a la industria del acero y aluminio, que tiene una historia enorme en nuestro país”, recalcó.
Sheinbaum dejó claro que, si no se llega a un acuerdo con la administración de Trump, la próxima semana se anunciarán medidas de respuesta, aunque subrayó que no se tratarán de represalias, sino de acciones para proteger la industria nacional y los empleos vinculados a estos sectores.
“No es un ojo por ojo, es una estrategia de protección a nuestras empresas y a nuestra economía. México también tiene que protegerse y fortalecerse”, agregó.
Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, calificó la medida como “injusta, insostenible e inconveniente” para ambos países, y afirmó que la estrategia del Gobierno mexicano se centrará en el diálogo y la defensa del interés nacional.
Esta escalada arancelaria por parte de Washington ha encendido alertas en los sectores industriales de varios países exportadores de acero y aluminio. A nivel global, la decisión afectará particularmente a grandes proveedores como Canadá, Brasil y China, pero también impactará de forma considerable a México, cuyo comercio con Estados Unidos es clave para su economía.
El Gobierno de México, según adelantó Sheinbaum, buscará primero una salida negociada, pero no descarta activar herramientas de defensa comercial si no se encuentra una solución en el corto plazo. Mientras tanto, se mantiene el diálogo diplomático con autoridades estadounidenses para evitar que esta medida provoque una ruptura mayor en la relación económica bilateral.