La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rechazó este jueves las declaraciones de la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, quien aseguró que el narcotraficante Rafael Caro Quintero fue entregado por instrucciones directas del presidente Donald Trump.
Sheinbaum sostuvo que la decisión fue tomada por las autoridades mexicanas bajo criterios de seguridad nacional y no por imposición extranjera.
“No fue una orden de Trump. Fue una decisión del Consejo de Seguridad Nacional de México, atendiendo nuestras propias consideraciones de seguridad”, afirmó la mandataria en conferencia de prensa.
La presidenta reconoció que Washington había solicitado la extradición de Caro Quintero, pero subrayó que la resolución final se adoptó en México.
“Cada caso se atiende en el marco de la ley y con respeto a la soberanía nacional”, puntualizó.
Bondi había declarado que la entrega del capo, acusado del asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, se produjo “por orden del presidente Trump”. Sus palabras generaron polémica por el posible cuestionamiento a la autonomía de las instituciones mexicanas.