La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó de forma tajante la narrativa que acusa a los migrantes mexicanos de quitar empleos en Estados Unidos, al tiempo que reafirmó el compromiso de su gobierno con una política migratoria humanitaria y respetuosa de los derechos humanos.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum calificó como “falsa” la idea de que los migrantes afectan negativamente la economía estadounidense. “Al contrario, ayudan a fortalecerla. En lugar de criminalizarlos, el gobierno de Estados Unidos debería reconocer el impacto positivo de su trabajo y esfuerzo cotidiano”, afirmó.
La presidenta reveló que, solo en 2024, los migrantes mexicanos generaron una contribución estimada de 781 mil millones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos, lo que los posicionaría como la décima economía más grande del mundo si se tratara de un país independiente.
A pesar de esta significativa aportación, lamentó que persista un lenguaje de criminalización y discursos de odio, especialmente en periodos electorales. “Se les utiliza como chivo expiatorio, cuando en realidad son esenciales para el desarrollo económico”, denunció.
Sheinbaum explicó que el 80% de los ingresos generados por migrantes mexicanos permanece en Estados Unidos, a través de consumo, ahorro y el pago de impuestos. Solo el 20% se envía a México en remesas, lo que demuestra su profunda integración en la economía estadounidense.
Citando un informe de Ana Ramírez Valdéz, directora de Latino Donor Collaborative, la mandataria destacó que los mexicanos representan:
-
Más del 50% de la fuerza laboral en granjas lecheras
-
Un 45% en plantas procesadoras de carne
Estos datos reflejan su papel indispensable en sectores esenciales, a menudo invisibilizados en el debate público.
Claudia Sheinbaum reiteró que su gobierno continuará promoviendo una narrativa de respeto, reconocimiento y justicia hacia las comunidades migrantes, tanto dentro como fuera del país.