La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, consideró como “totalmente exagerada” la decisión del Gobierno de Estados Unidos de cerrar nuevamente la frontera al ganado mexicano, tras la detección de un nuevo caso de gusano barrenador del ganado en el municipio de Ixhuatlán de Madero, Veracruz.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria explicó que el caso fue atendido de inmediato por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), conforme a los protocolos sanitarios binacionales establecidos con el Departamento de Agricultura de EE.UU.
“Hay un protocolo y una serie de indicadores. No fue algo subjetivo la apertura de la frontera. Estuvieron trabajando durante dos meses técnicos de ambos países para determinar los niveles de riesgo. Al detectarse este nuevo caso, se activaron todas las medidas: veterinarios, equipos de atención y la liberación de moscas estériles para contener la plaga”, explicó Sheinbaum.
El pasado 7 de julio había iniciado un proceso de reapertura gradual del comercio de ganado, bisontes y equinos entre México y Estados Unidos, luego del cierre implementado desde el 11 de mayo tras brotes detectados en Oaxaca y el sur de Veracruz. Sin embargo, el nuevo hallazgo —a unos 595 kilómetros de la frontera estadounidense— provocó que la secretaria de Agricultura de EE.UU., Brooke L. Rollins, ordenara suspender nuevamente el flujo comercial.
Sheinbaum insistió en que la medida fue desproporcionada, pues el brote está contenido en el sureste del país y no representa riesgo inminente para el ganado estadounidense.
“Esperamos que pronto vuelva a abrirse la frontera. Los equipos técnicos ya están trabajando para demostrar que todo está bajo control y que se sigue el procedimiento científico correcto”, afirmó la presidenta.