Durante décadas, el nombre del director de la Lotería Nacional era el secreto mejor guardado de México.
Nadie tenía idea de quién estaba al frente.
Las imágenes de los billetes de la Lotería eran anodinas y hasta vulgares.
En síntesis: un mar de lugares comunes.
Las cosas cambiaron una vez que Olivia Salomón llegó a la dirección general de la Lotería.
Y es que le devolvió a esta institución su vocación social.
Cómo olvidar que, en 1862, el presidente Benito Juárez elevó los sorteos a rango constitucional, y que la Lotería Nacional contribuyó en distintos momentos de la historia de México con las causas más nobles.
Un solo caso de miles: el Hospital General de la Ciudad de México.
De hecho, la Lotería Nacional ha estado presente en las cuatro transformaciones del país: la Independencia, la Reforma, la Revolución y la 4T.
Hay que decir que Olivia Salomón trasladó a la institución los valores impulsados por la presidenta Sheinbaum: el ánimo social y el humanismo mexicano.
Y eso ha quedado patente en las imágenes que aparecen en los billetes.
El caso de los migrantes es ejemplar, además de que se convirtió en un auténtico fenómeno.
Hay que decir que fue la propia presidenta quien propuso que este sorteo estuviera dedicado a los migrantes.
El éxito del sorteo especial, que culminó este lunes, fue brutal.
Su realización en el Palacio Postal —que junto con la Lotería es una de las dos instituciones más antiguas del país— contó con el apoyo de Violeta Abreu González, directora general del Servicio Postal Mexicano.
La inédita y gran difusión nacional que tuvo el multicitado sorteo —que abarcó medios de comunicación nacionales y regionales— acompañó una causa sensible y que nos toca a todos: el apoyo a los migrantes que viven en Estados Unidos y que hoy enfrentan una reprobable escalada de violencia.
La Lotería Nacional cumplió una vez más con su objetivo original: ser el gran correo de la asistencia pública.
