México se encuentra entre los países que están a un solo paso de alcanzar el nivel más alto de control del tabaco, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentado durante la Conferencia Mundial sobre el Control del Tabaco en Dublín. El informe, que se centra en los avances de la implementación del paquete de políticas MPOWER, señala que México ha logrado implementar cinco de las seis medidas clave para reducir el consumo de tabaco, colocándose junto a países como España, Irlanda, Nueva Zelanda y Eslovenia.
El informe de la OMS resalta que más de 6,100 millones de personas (aproximadamente el 75% de la población mundial) están protegidas por al menos una de las medidas del plan MPOWER, que busca reducir la mortalidad por tabaquismo, responsable de más de 7 millones de muertes anuales en todo el mundo. Desde su implementación en 2007, más de 155 países han adoptado al menos una de estas políticas.
Entre las estrategias clave del paquete MPOWER, destacan el monitoreo del consumo, la protección contra el humo ajeno, las advertencias sanitarias en los empaques, la prohibición de la publicidad, el aumento de impuestos al tabaco y la oferta de servicios para dejar de fumar. Si bien México ha avanzado significativamente, aún enfrenta desafíos en el aumento de impuestos al tabaco y en el fortalecimiento de los servicios para el abandono del consumo.
México, junto a otros siete países, está a solo una medida de alcanzar la implementación total del paquete MPOWER, el cual se considera el nivel más alto de control del tabaco. Brasil, Mauricio, Países Bajos y Turquía son los únicos países que ya han adoptado todas las medidas.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó que, aunque se ha logrado un progreso significativo, la industria tabacalera sigue representando una amenaza, interfiriendo en la implementación de políticas efectivas. “Podemos crear un mundo donde el tabaco ya no robe vidas ni economías”, afirmó Ghebreyesus.
El informe también subraya la resistencia de la industria tabacalera, que sigue dificultando la aplicación de regulaciones como el empaquetado neutro y las restricciones en la publicidad. Además, aunque ha habido avances en la regulación de los cigarrillos electrónicos, más de 60 países aún carecen de una regulación adecuada para estos productos.
A pesar de las dificultades, los avances en la protección contra el humo ajeno y en las campañas de concientización son notables. Actualmente, 79 países han implementado leyes que crean espacios 100% libres de humo, protegiendo a un tercio de la población mundial. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer, especialmente en lo que respecta a los impuestos al tabaco y a la disponibilidad de servicios para dejar de fumar, donde solo el 33% de la población mundial tiene acceso a servicios efectivos.
La OMS urgió a los países a tomar acciones audaces para cerrar las brechas restantes y acelerar la implementación de políticas, ya que la lucha contra el tabaquismo sigue siendo una de las prioridades sanitarias globales.