La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que México no se doblegará ante la decisión del expresidente estadounidense Donald Trump de mantener un arancel del 25 por ciento a los productos mexicano y aseguró que, de continuar esta política comercial, su gobierno buscará alianzas con Canadá y otras naciones para hacerle frente a la medida.
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum Pardo destacó que el país enfrenta un momento crucial en su relación con Estados Unidos y que no adoptará una postura de sumisión ante las acciones del republicano.
Insistió en que la economía mexicana se mantiene estable y que su gobierno cuenta con estrategias para afrontar las circunstancias actuales, teniendo diversos planes para cada actuación emprendida por Donald Trump.
Sheinbaum también adelantó que este jueves sostendrá una llamada con Donald Trump con el fin de dialogar sobre la situación. No obstante, dejó abierta la posibilidad de contactar a otros líderes internacionales, como el primer ministro de Canadá, en caso de que la tensión con Washington no se resuelva en los próximos días.
“(Habrá acercamientos) sí, con Canadá y con otros países. Lo que sí puedo decirles es que es un momento muy definitivo para México, dependiendo de lo que pase, estos días hasta el domingo no va a haber sumisión”, precisó.
Por otro lado, apuntó que estos momentos serán decisivos para definir el futuro de la relación bilateral y que su administración no permitirá que México sea tratado con desdén en el ámbito comercial.
Al referirse a las críticas de la oposición por su convocatoria a una movilización en el Zócalo el próximo domingo, la presidenta defendió su postura y retó a sus detractores a sumarse a la causa en lugar de atacar la iniciativa.
“Entonces vamos a esperar qué pasa de aquí al domingo y hay mucho entusiasmo de la movilización del domingo ahí. Ya ven la oposición, que la verdad deberíamos estar sumados en esta, en vez de estar criticando, pues deberíamos estar sumados, porque finalmente es la defensa de México”, expuso.
En otro tema, la mandataria federal aseguró que la reciente extradición de 29 líderes del narcotráfico a Estados Unidos no fue una medida para satisfacer al expresidente Donald Trump, sino una decisión tomada con el objetivo de salvaguardar la seguridad nacional.
Explicó que la determinación fue tomada por el gabinete de Seguridad ante el riesgo latente de que algunos de estos criminales fueran liberados en México y señaló que existía información sólida sobre la posibilidad de que su liberación pudiera tener consecuencias graves para el país, lo que llevó a las autoridades a actuar de manera preventiva.
La presidenta también recordó que las solicitudes de extradición de estos individuos por parte de Estados Unidos datan de tiempo atrás, lo que refuerza la idea de que la medida no responde a presiones externas, sino a un proceso coordinado entre ambos países en materia de seguridad.
