Este martes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció sobre la reciente decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos, que autoriza al presidente Donald Trump a reactivar el programa de deportaciones rápidas hacia terceros países.
En su intervención, Sheinbaum fue enfática al asegurar que México no ha aceptado ser considerado como “tercer país seguro”, una figura mediante la cual una nación recibe a migrantes que buscan asilo en otra.
“No hemos aceptado ser país tercero. Si hay un migrante que es trasladado a nuestro territorio nacional por razones humanitarias, tenemos que recibirlo y enviarlo a su país de origen si es deseo de esta persona”, afirmó.
La mandataria también dio a conocer cifras actualizadas sobre la recepción de migrantes desde el 20 de enero hasta la fecha. En este periodo, México ha recibido a 65,470 personas, de las cuales 58,749 son mexicanas y 6,721 extranjeras.
En ese sentido, explicó que una vez que estas personas ingresan al país, se les ofrecen opciones: si desean regresar a su nación de origen, se les facilita el traslado, y si deciden permanecer en México, se les brinda la posibilidad de integrarse a la sociedad.
Sheinbaum reiteró que la postura del país ante la migración se mantiene con base en el respeto a los derechos humanos y la soberanía nacional, y que cualquier decisión relacionada con políticas migratorias será tratada con seriedad, transparencia y sin aceptar presiones externas.