El exsubsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ha vuelto al centro de la controversia tras la difusión de un video promocional de su participación en el programa “Operación Mamut”. En el clip, López-Gatell aparece simulando la reanimación de una persona, lo que ha desatado una ola de críticas en redes sociales y entre diversos sectores de la sociedad.
Y es que su papel como vocero de la pandemia no pasó desapercibido: bajo su gestión, México reportó oficialmente más de 375 mil muertes por COVID-19, y el exceso de mortalidad superó las 780 mil personas. Cifras que colocaron al país entre los primeros lugares mundiales con mayor exceso de mortalidad.
Ver a Hugo López Gatell intentando revivir a un muerto, como parte de un “programa cómico” en la televisión pública, es simplemente grotesco.
Punto. pic.twitter.com/HCcJEMgL5N
— Denise Dresser (@DeniseDresserG) April 8, 2025
Ante ese contexto, el video fue recibido con indignación por familiares de víctimas, personal médico y usuarios en redes sociales. Para muchos, ver al exfuncionario “salvando” simbólicamente una vida en pantalla fue inapropiado.
“Insensible”, “ofensivo” y “desconectado de la realidad” fueron algunos de los adjetivos más repetidos. La escena, para sus críticos, no es solo una actuación, sino una burla a quienes sí enfrentaron el colapso hospitalario, la escasez de oxígeno y la pérdida de seres queridos.
No es la primera vez que López-Gatell enciende la polémica tras dejar el cargo. En octubre de 2023, durante una entrevista, se le cuestionó sobre el número de muertes por COVID-19. Su respuesta: “No, claro. Porque están muertos”, terminó por sellar su reputación como un funcionario con poca empatía
La reciente participación de Hugo López-Gatell en “Operación Mamut” ha reavivado el debate sobre su papel en la gestión de la pandemia y ha puesto en entredicho la sensibilidad de sus acciones posteriores. Su aparición reabre heridas que para muchos aún no cierran, y deja una pregunta sobre la mesa: ¿cuántas vidas se necesitan perder para entender que no todo se puede convertir en espectáculo?