El Gobierno del Estado de México registró este jueves un nuevo ajuste en su estructura: la salida de Trinidad Franco Arpero de la Oficialía Mayor abrió paso a la llegada de David Villanueva Lomelí, poblano con trayectoria en fiscalización y administración pública.
El relevo se produjo sin ceremonia ni explicaciones públicas de fondo. Franco Arpero, cercana a la gobernadora Delfina Gómez, presentó su renuncia y no tiene, al menos por ahora, un nuevo destino dentro de la administración estatal.
Con ella suman ya cuatro bajas en el gabinete original de la mandataria, tras las salidas de titulares en Seguridad, Agua y Finanzas.
Villanueva Lomelí asumirá como encargado de despacho de la Oficialía Mayor, un área importante en la operación interna y manejo de recursos del gobierno mexiquense, quien hasta este movimiento dirigía la Agencia Digital del Estado de México, puesto al que se integró en 2024 como parte de la primera oleada de nombramientos de Delfina Gómez.
En Puebla, David Villanueva fue titular de la Auditoría Superior del Estado y, en el plano federal, mantiene vínculos políticos a través de su hermano, Ricardo Villanueva, subsecretario de Educación Superior de la SEP y exrector de la Universidad de Guadalajara.
Villanueva también fue electo coordinador nacional de la Asociación Nacional de Organismos de Fiscalización Superior (ASOFIS) y titular de la Unidad de Evaluación y Control de la Comisión de Vigilancia de la ASF en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, no todo fue positivo, toda vez que también tuvo acusaciones: en su momento se le pidió al Congreso auditar su gestión como auditor de los gobiernos panistas en Puebla de Rafael Moreno Valle y José Antonio Gali Fayad, por presuntas irregularidades y posible encubrimiento, tras haber ostentado el cargo durante ocho años.
