Después de 200 años y 65 hombres en el cargo, México ha roto el techo de cristal al elegir a Claudia Sheinbaum Pardo como la primera mujer en asumir el mandato supremo de la República, expresó la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Soto Fregoso, al encabezar la Sesión Solemne donde fue entregada la constancia de mayoría que la acredita como presidenta electa de los Estados Unidos Mexicanos.
Al acto llevado a cabo en la Sala Superior del TEPJF se dieron cita funcionarios federales, legisladores, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), además de representantes de la comunidad internacional que vigilaron el proceso electoral.
Destacó la presencia de mujeres de las comunidades afrodescendientes, indígenas, migrantes y de la diversidad sexual.
En su discurso, la magistrada presidenta de la Sala Superior del TEPJF indicó que este acto quedará registrado en la historia de la democracia del país, pues es el resultado de un proceso legítimo que marca la cuarta y última etapa del proceso electoral federal que es la calificación de la elección y entrega de la constancia de mayoría.
Un acto en el que Claudia Sheinbaum recibió la constancia de mayoría que la acredita de manera legal como presidenta electa de México.
“La primera mujer en asumir el mandato supremo de la República, después de 200 años y 65 hombres en el cargo. México avanzó y eligió a su primera presidenta”, expresó.
Para llegar a este momento, continuó, el TEPJF enfrentó retos y particularidades, como son la recepción y resolución de 15 mil 799 expedientes vinculados con el proceso electoral federal y locales concurrentes.
Ello derivado de la elección en la que se eligieron 20 mil 708 cargos a través del voto en todo el país, para lo cual se convocó a 99 millones 329 mil 391 mil personas en condiciones de votar y conforman el padrón electoral.
Más de un millón 500 personas cooperaron en el desarrollo del proceso electoral, registrando también una participación histórica en el que las mujeres votaron más que los hombres.
Mónica Soto dijo que aunque la sala superior no estaba completa, pues durante el proceso electoral actuó con cinco de seis magistrados, esto no fue impedimento para cumplir con cabalidad en tiempo y forma con cada una de las resoluciones, las cuales estuvieron revestidas de legalidad, dijo.
Posteriormente se sumó una magistratura más que cumplió con todos los requisitos de ley para poder llegar al final de la etapa de la elección y hacer la declaración de validez de la presidenta electa, resultado de comicios en los que se ampliaron las acciones afirmativas para todos los grupos vulnerables, permitiendo que por primera vez votaran personas en prisión preventiva.
La magistrada refirió que como en cada proceso electoral el conflicto entre los contendientes se acentuó pero la experiencia de cada elección dio la oportunidad de fortalecer la democracia a través de sus resoluciones y sentencias, por lo que “nada opaca el hecho de que México, tiene la primera mujer presidenta de la nación por voto ciudadano”, añadió.