Con la llegada de la doctora Claudia Sheinbaum a la presidencia de México, el país entra en una nueva etapa llena de desafíos. Sheinbaum, quien asumió el cargo después de un mandato marcado por la figura dominante de Andrés Manuel López Obrador, enfrenta el reto de gobernar con independencia y forjar su propio estilo. Aunque el país le otorgó un amplio respaldo electoral, los problemas estructurales que hereda son inmensos.
Una de las principales diferencias con la transición de 2018 es el papel activo que López Obrador mantuvo hasta el final de su mandato, a diferencia
de Enrique Peña Nieto, quien permitió que AMLO
tomara decisiones importantes antes de asumir el
poder. Esta vez, López Obrador ha seguido tomando decisiones que afectan directamente a la nueva administración, lo que complica el margen de acción de Sheinbaum.
Economía debilitada
Rosario Robles destacó en su columna de El Universal que mientras AMLO heredó un país con estabilidad macroeconómica, Sheinbaum recibe una
economía debilitada. Durante el mandato de López
Obrador, el crecimiento económico fue el más bajo
en décadas, promediando un 0.9 por ciento anual,
mientras que el endeudamiento público alcanzó
niveles históricos con un déficit fiscal del 5.9 por
ciento del PIB. A pesar de los programas sociales
implementados por AMLO, la baja inversión y la
incertidumbre generada por sus reformas judiciales
afectaron la confianza de los inversionistas, agravando el estancamiento económico.
Inseguridad creciente
La crisis de seguridad es uno de los mayores retos
que enfrenta Sheinbaum. Durante el sexenio de
López Obrador, la violencia en México alcanzó niveles históricos, con casi 200 mil muertos y más de 115 mil desaparecidos. La estrategia de “abrazos,
no balazos” que evitaba confrontar directamente al
crimen organizado, permitió que los cárteles y bandas criminales se expandieran, controlando territorios y amplificando la extorsión en ciudades como
Cuautla, Acapulco y Chilpancingo.
Actualmente, la extorsión está presente en 22
estados y el crimen organizado opera en el 81 por
ciento de los municipios del país. Este es uno de los
problemas más graves que Sheinbaum deberá abordar si quiere restaurar la paz y seguridad. Se necesitará una estrategia integral que involucre a todas
las instituciones del Estado, con un enfoque en la
profesionalización de las fuerzas de seguridad y la
mejora del sistema judicial.
Corrupción no erradicada
López Obrador llegó al poder con la promesa de eliminar la corrupción, pero su gobierno también estuvo marcado por escándalos. Entre los más destacados están el caso de su hermano Pío López Obrador, grabado recibiendo sobres de dinero en efectivo, y el
desfalco de 12 mil millones de pesos en Segalmex,
donde el titular Ignacio Ovalle sigue sin rendir cuentas. La opacidad en la administración de Manuel Bartlett en la CFE también minó la credibilidad del
gobierno en la lucha contra la corrupción.
Crisis en salud y educación
El sistema de salud fue uno de los mayores fracasos
del gobierno de AMLO. La desaparición del Seguro
Popular y el fracaso del INSABI dejaron a millones
de mexicanos sin acceso a servicios de salud adecuados. Las instalaciones hospitalarias carecen de insumos básicos, y la promesa de que el sistema de
salud sería comparable al de Dinamarca quedó lejos
de cumplirse.
En cuanto a educación, la cobertura se redujo del
93.1 por ciento en 2018 al 90.6 por ciento en 2023,
y la matrícula escolar cayó un 2.86 por ciento. Además, los planes de estudio fueron ideologizados, afectando la calidad educativa.
Conclusión
Sheinbaum tiene el reto de distanciarse del legado
de López Obrador y establecer su propio estilo de
gobierno. La economía, la seguridad, la salud y la
educación son áreas críticas que requieren atención inmediata. Aunque su primer discurso sugiere continuidad con las políticas de AMLO, Sheinbaum
tiene la oportunidad de marcar un nuevo rumbo. El
tiempo dirá si podrá superar los errores del pasado
y liderar con éxito una administración que atienda
las necesidades más urgentes de los mexicanos.
A Claudia Sheinbaum le queda un futuro por delante, ella decidirá continuar, corregir, enmendar, reforzar o cambiar algunos de los aspectos más
importantes que dan forma y estructura al estado
mexicano, ¡¡ella tiene la última palabra!!
