Puebla es sin duda una de las entidades que más podría sufrir si el gobierno xenofóbico y ultraderechista de Donald Trump deporta masivamente a los migrantes que se encuentran en la Unión Americana. Según el Anuario de Migración del gobierno de México, los y las poblanas que se encuentran como migrantes en los Estados Unidos supera el número de 2.8 millones de personas. Teniendo como principales ciudades de destino Los Ángeles, donde según la organización Mundo Migrantes, 1.2 millones de poblanas y poblanos viven ahí; Nueva York, donde viven cerca de un millón de personas; Connecticut, Nueva Jersey y Chicago.
Debe considerarse, asimismo, que Puebla ocupa el cuarto lugar nacional con el mayor número de migrantes en los Estados Unidos, pues las y los poblanos representan 7.7 por ciento de los 37.3 millones de mexicanos que radican en ese país. Durante el año pasado, 2024, las y los poblanos que fueron deportados por las autoridades estadounidenses fueron un total de 12 mil 949 personas. Y ahora, con la amenaza del ultraderechista populista Trump, según datos que ofrece el Santuario Migrante Juárez, se espera que puedan ser deportados entre 90 mil y 100 mil poblanos y poblanas.
Ante este panorama oscuro y nebuloso, tanto la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, como el gobernador del estado, Alejandro Armenta, han declarado que México y Puebla se encuentran preparados para darle cobijo a todos los migrantes mexicanos y mexicanas que sean deportados por el gobierno trumpista, y han manifestado algunas maneras de ayudar a los connacionales. En el ámbito federal, Sheinbaum ha declarado, a través de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, que los y las deportadas recibirán una tarjeta del Bienestar con un saldo de 2 mil pesos para sus gastos personales y también serán afiliados al IMSS para que cuenten con todos los servicios médicos. Aquí debemos decir que, si el IMSS se encuentra en una situación crítica, cómo podría satisfacer la demanda de los y las mexicanas que sean deportadas y requieran acceder a los servicios médicos. Francamente esto es un engaño, pues ya no da para más dicha institución.
En cuanto al ámbito estatal, el gobernador Armenta ha declarado que el gobierno de Puebla está preparado para ofrecer a los y las poblanas deportadas vivienda y bolsa de trabajo. Y cuestiona si realmente los Estados Unidos están preparados para poder vivir sin la mano de obra de los mexicanos y mexicanas que realizan las labores que ni los afroamericanos quieren, sobre todo en las áreas de la construcción y agrícola. Nos parece que ese es un problema de los estadounidenses y que allá ellos lo resuelvan. Lo que debe ofrecer y garantizar el gobierno mexicano y todos los gobiernos estatales es alternativas de vida a todos y todas las mexicanas para que no tengan la necesidad de emigrar a la Unión Americana.
Aunque la verdad lo que más le preocupa al gobierno poblano es que perderán por la caída de los ingresos, al disminuir la entrada de remesas. Debe considerarse que el año pasado, entre enero y septiembre, se recibieron más de 2 mil 500 millones de dólares por la entrada de remesas. También es menester apuntar que Puebla en verdad no cuenta con un plan integral de atención que pueda realmente ofrecer a los connacionales que sean deportados los servicios y las condiciones necesarias para que puedan vivir en situaciones dignas.
