Los gobiernos de López Obrador y de Claudia Sheinbaum, emergidos ambos del movimiento de la 4T, han estado henchidos de mentiras, engaños, falsedades, promesas falsas y, eso sí, desmentidos claramente por la realidad.
La lógica del gobierno de Claudia Sheinbaum es la misma, se busca descalificar a todos los que cuestionan y confrontan los dichos de la presidenta, pero no existen intercambios de ideas, no hay diálogos que permitan avanzar con base en los datos que ofrece la realidad y no el mundo imaginario e ideal que le venden a la población en general.
Los temas de personas desaparecidas, de muertos por homicidios dolosos, la producción y consumo de fentanilo en el país, el caso de la falta de medicamentos y el terrible estado en el que se encuentra el sector salud a nivel nacional, hay evidentes discrepancias entre lo que dijeron y lo que señalan los hechos.
Sobre las personas desaparecidas, AMLO corrió a la Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas, Karla Quintana, porque publicó un censo donde se reconocía que el número de desaparecidos era, aproximadamente de 120 mil. Esta cantidad contradecía los “otros datos” que argumentaba el expresidente. Descalificó a dicho grupo, liderado por la señora Quintana, y mandó a realizar, a su gusto, un “censo casa por casa”, para que, maquillando cifras, sin transparencia alguna y con una metodología cuestionable, se pudiera “demostrar” que muchas personas de las supuestas desaparecidas habían regresado a su casa y no lo habían dado a conocer a las Fiscalías.
Este mismo argumento ha sido utilizado por Claudia Sheinbaum. Sin embargo, en lo que va del actual sexenio el número de desaparecidos sigue creciendo y no se le puede poner un alto.
La cantidad de muertes por homicidio doloso durante el gobierno de AMLO es escandalosa: 200 mil muertes. Sin embargo, él declaró que no había más violencia, sino que dichas muertes eran consecuencia del surgimiento de las bandas. No dijo la verdad, es el resultado de mi ocurrencia camuflada de política de seguridad: “abrazos y no balazos”. En el actual sexenio, lo anunciado por Sheinbaum señala que ha bajado el número de homicidios diarios. Mas, los especialistas en el tema sostienen que dicha cifra puede estar maquillada debido a la metodología usada.
La producción de fentanilo que se hace en el país primero fue rechazada por López Obrador y después tuvo que ser aceptada ante los cuestionamientos y las claras evidencias existentes. Su negación de la producción local de fentanilo era para que no quedara clara la colusión y contubernio que tenía con el cártel de Sinaloa. La presidenta Sheinbaum mantiene el mismo discurso de que no hay evidencia de que en México se produzca el fentanilo.
Lo más dramático es la falta, la carencia de medicamentos a nivel nacional. No hay éstos para la infancia con cáncer, para los enfermos crónicos que día a día ven cómo se les va la vida por no tener acceso a dichos medicamentos. Sin embargo, López Obrador dijo que se dejaría de llamar Andrés Manuel si no llegaban a todos los pueblos del país los medicamentos necesarios. Mentiroso y embustero. Claudia Sheinbaum prometió en enero que en dos meses se solucionaba el problema de la distribución.
Estamos en abril y el desabasto continúa, se han provocado muchas muertes, millones de personas han visto agravada su salud por no tener acceso a los medicamentos a los que tienen derecho. El gobierno federal sigue tan campante con su discurso engañoso, mentiroso y embustero: es claro que no les interesa la salud de los y las mexicanas, el Dr. Simi sigue siendo el salvavidas de los pobres.
Muchas promesas, muchas mentiras; y la historia aun no los alcanza, la 4T es una pantomima de gobierno.