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miércoles, abril 30, 2025

La reforma pendiente

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“Después de ocho horas de andar laborando desesperanza se siente en el hogar, pues con la friega que hay a diario ya no alcanza pa’ progresar….” Ésta es la estrofa de una canción del grupo Panteón Rococó, quien a ritmo de ska ejemplifica como millones de mexicanos cubren una jornada diaria de trabajo a cambio de un sueldo con el que apenas consiguen cubrir sus necesidades básicas.

La jornada laboral en México es un tema de gran relevancia que refleja tanto los derechos de las personas trabajadoras como los desafíos que enfrentan en su día a día. Según la Ley Federal del Trabajo, la jornada máxima es de 8 horas diarias y 48 horas semanales, sin embargo, en la práctica, se experimentan jornadas que se extienden más allá de lo estipulado.

Uno de los aspectos más críticos que influye en la calidad de vida de los trabajadores es el tiempo que dedican a sus traslados, en lugares como la Ciudad de México, el tiempo promedio de traslado puede superar las 2 horas diarias, lo que se traduce en alrededor de 10 horas a la semana; este tiempo perdido en el tráfico no solo afecta la productividad, sino que también impacta en la salud física y mental de las personas empleadas, limitando su tiempo para la familia, el descanso y el esparcimiento.

La reforma laboral que busca establecer una jornada laboral de 40 horas semanales en México, es una iniciativa que no solo abre paso a la modernización de nuestras leyes laborales, sino que también representa un compromiso con el bienestar de la clase trabajadora y un reconocimiento de su dignidad, la reducción de la jornada laboral permite un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal de la personas trabajadoras, asimismo, fomenta un ambiente laboral más saludable y productivo.

Esta reforma, también representa una respuesta a las demandas históricas de los sindicatos y trabajadores, que durante décadas, han luchado por condiciones laborales justas y equitativas, de ahí la urgencia de aprobarla como un reconocimiento a esos esfuerzos y un paso hacia la construcción de un País más justo, donde se respete el derecho de los trabajadores a disfrutar de su tiempo y, por ende, de una mejor calidad de vida.

Pero, la esperada reducción laboral no será una realidad al menos en este periodo ordinario de sesiones del legislativo, ya que para lograr su aprobación Diputados y Senadores buscan acuerdos y consensos con empresarios del País, incluso se ha mencionado que dicha reforma será gradual, esto, a pesar de que la representante del Frente por las 40 horas, ha hecho una llamado constante a que se agilicen la aprobación.

Sin duda alguna esta iniciativa de ley, podría repercutir en los intereses de empresarios y patrones, sin embargo, es importante considerar el impacto económico favorable que también conlleva; estudios demuestran que una jornada laboral más corta, genera mayor productividad. En efecto, trabajadores satisfechos y descansados son más creativos y eficientes, lo cual beneficia a las empresas y, en consecuencia, a la economía nacional en su conjunto.

En conclusión, la aprobación de la reforma laboral de 40 horas es más que una simple modificación a la ley; es un acto de justicia social, una oportunidad para construir un México más equitativo, donde cada trabajador tenga la posibilidad de disfrutar de una vida digna, plena y que por fin alcance pa´soñar.

 

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