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viernes, abril 26, 2024

Ecos de un encuentro con panistas

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Una reunión con el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina evidenció el verdadero rostro del PAN en Puebla y el corte de caja es a todas luces negativo para dos personajes que, se supone, controlan al partido: Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández y Eduardo Rivera Pérez.

El cónclave tuvo lugar el sábado pasado, en el salón Gobernadores del Centro Integral de Servicios, y con eso el mandatario estatal logró lo que Augusta Valentina no ha podido en todo el tiempo que lleva como dirigente: reunir a las fuerzas más representativas de su partido a una misma hora y en un mismo lugar.

¿Quiénes estuvieron, además de los mencionados? Todos los diputados locales y federales, la senadora Nadia Navarro, los presidentes municipales de extracción panista y su coordinador Zeth Lima Barrientos, el secretario general del CDE del PAN, Marcos Castro Martínez; Jesús Zaldívar Benavides, presidente del PAN en la capital poblana y único dirigente municipal convocado. Mientras que por la parte institucional estuvo Julio Huerta Gómez, secretario de Gobernación.

Los panistas tuvieron el escenario perfecto para hacer política en el primer encuentro que todas las expresiones han tenido con un gobernador en este sexenio, pero solo una persona supo aprovechar la oportunidad: Eduardo Alcántara Montiel.

Contrario a lo que se pensara, en reuniones previas al encuentro, los legisladores locales y federales acordaron que serían las dirigencias las que abordarían el tema de las persecuciones contra los panistas y fijar la postura del PAN como oposición. Pero nada de eso se cumplió.

Augusta Valentina tomó el micrófono para prácticamente rendirse a los pies del mandatario estatal. Carolina Beauregard Martínez, coordinadora de la fracción poblana del PAN en San Lázaro, lanzó una perorata sobre la necesidad de rescatar parques y jardines, áreas verdes, entre otras cosas, edificadas por los gobiernos recientes, sin saber que esos recursos ya fueron aprobados en el presupuesto estatal.

Zeth Lima pasó sin pena ni gloria, pero por lo menos tuvo la cortesía de hacer un reconocimiento a la actuación de los diputados locales por ungir a Sergio Salomón Céspedes como gobernador, lo que de inmediato fue correspondido por el mandatario con aplausos, los cuales tomaron por sorpresa a los asistentes, quienes también aplaudieron presurosos.

Fue hasta que Eduardo Alcántara tomó la palabra cuando la postura política del PAN salió a flote. De entrada, hizo un revisión a lo ocurrido en aquellos días aciagos tras la muerte del gobernador Miguel Barbosa Huerta, la forma en que evitaron que fuerzas externas a la entidad impusieran al gobernador sustituto, las presiones y la decidida convicción sobre hacer válido el Federalismo.

Y, para sorpresa de varios, hizo frente a dos percepciones. Primero, desmintió que hubieran prebendas o dinero para lograr el voto de cada uno de los legisladores. Fue, dijo, un trabajo político como pocas veces. Segundo, agradeció a sus compañeros de partido por el reconocimiento que han manifestado a los legisladores locales, pero les demandó hacerlo público, ya que eso terminará por erradicar todo tipo de suspicacias de acuerdos en lo oscurito.

Para rematar su intervención, Eduardo Alcántara asumió el papel que debió la dirigencia estatal.

Por un lado, reconoció que en la mesa de las negociaciones para elegir al gobernador sustituto se puso sobre la mesa el espinoso caso de los panistas que se encuentran bajo investigación judicial tras su paso por la administración pública. Aclaró que no demandaban impunidad ni perdón, sino que garantizara la presunción de inocencia y el debido proceso para que los implicados pudieran defenderse, lo que pasaba por analizar la forma en que se estaban aplicando las prisiones preventivas.

Ese fue el acuerdo: no habrá impunidad, perdón ni olvido, pero sí justo proceso.

Conclusión: los pillos siete suelas del PAN no tendrán la oportunidad de salirse con la suya.

Por otro lado, Alcántara Montiel anunció que su partido presentará una propuesta de reforma electoral en los próximos días, la cual pretenden consensar con las diferentes fuerzas al interior del Congreso del estado, pero también con el poder Ejecutivo.

Esa medida, explicó, forma parte de su esencia como oposición y no claudicarán a ella.

La respuesta que el panismo obtuvo del mandatario estatal fue puntual: Habrá respaldo a los alcaldes, pero es necesario que inviertan el 25 por ciento de sus recursos en prevención, capacitación y certificación de sus elementos. No les pidió más que hacerse cargo de sus dos principales responsabilidad: la detención en flagrancia y prevención del delito.

También manifestó su disposición por trabajar institucionalmente con todas las presidencias municipales, así como los legisladores locales y federal. Por parte de su gobierno, dijo, habrá respeto a todas las expresiones políticas.

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