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jueves, noviembre 21, 2024

Colombia y su gastronomía

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Hace algunos años viví en Colombia, justo cursé un semestre de la universidad en ese país tan hospitalario y tan diferente en todo lo que he conocido en mi vida. 

Colombia tiene una cultura gastronómica diferente a México; hay muchos productos que compartimos, pero en distintas presentaciones como el maíz, el piloncillo con su tan famosa panela y, sobre todo, las frutas. 

Lo que sí debo aclarar es que, así como en México, somos ricos en frutas de todos tipos y éstas varían de acuerdo al estado en donde estemos; en Colombia pasa algo similar, pero lo que sí sé es que sus frutos no son nada comunes en el mundo, pues tienen una gran variedad y, sobre todo, calidad en estos productos de la madre tierra. 

Aún recuerdo las guanábanas gigantes de Armenia, incluso una tenía que llevarla en carretilla porque era muy pesada. Con ellas hacían unos licuados deliciosos en las cafeterías de la universidad y postres muy ricos. Aunque también recuerdo el lulo con el que hacían un agua fresca para los días más calurosos o la bebida por excelencia, agua panela con limón. 

Con sus frutas también hacían platillos callejeros como un peculiar cóctel de sandía, papaya y mango, que además de que eran muy dulces, le ponían leche condensada justo en la cima de toda esa montaña frutal. 

También recuerdo el chontaduro, un fruto que era muy peculiar allá por sus propiedades “afrodisíacas”; lo acompañaban con un poco de sal, pero la verdad es que a mí no me agradó para nada pues tenía una consistencia arenosa y su sabor no era dulce, sino más bien insípido, aunque sí que tiene propiedades nutrimentales de gran valor. 

Las guayabas eran de mis favoritas, sobre todo por su color interno tan rosa que ni siquiera daban ganas de comerlas por el simple hecho de querer admirarlas por dentro. La cultura de las frutas está muy arraigada y tan solo basta con ver todos los carritos callejeros con infinidad de ellas en todas las calles de las ciudades colombianas. Por ejemplo, en Cartagena estos carritos son tan famosos que todo mundo se fotografía con estas carretillas llenas de sabor, color y sobre todo alegría que desprenden sus vendedoras afroamericanas. 

Fuera de las frutas, Colombia se rige por muchos carbohidratos en su alimentación. El arroz blanco es una base fundamental, lo comen con cada uno de sus platillos y nunca falta en la hora del almuerzo.  

Las arepas en la hora del desayuno o la cena también son imperdibles, además tienen diferentes formas de comerlas y hacerlas. Sobre todo, en el Caribe colombiano yo pude probar las famosas arepas de huevo que eran como tipo una torta de huevo, pero hecha arepa con algún otro ingrediente de su preferencia; yo siempre prefería queso. 

Mientras que para el desayuno lo más común eran las arepitas solo con mantequilla o con un huevo revuelto arriba de ella. 

Todos los derivados del puerco también son muy comunes allí, como el chicharrón, que era de mis favoritos, pero de lo que más grasa tenía pues venía con todo y carne de puerco. La bandeja paisa, que es una de las más conocidas dentro y fuera de Colombia, es deliciosa, con su aguacate, sus plátanos fritos, fríjoles y chicharrón, o también el sancocho que es un caldo de res muy típico en todo Colombia; aunque, como en todo, cada departamento y sobre todo familia lo hace a su manera. 

Podría seguir hablando de comida colombiana, pero necesitaría todo un libro, así que solo debo reconocer que me gustaba tanto la comida colombiana que en mi corta estancia de medio año logré subir más de 10 kilos, recuerdo que me quedó con muchos otros más de esta hermosa tierra amiga. 

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