Problema grande en la FMF. Por supuesto que no quieren darse cuenta de lo poco o nada que están haciendo en su mandato. Por arte de magia, en una solución más tirándole a la corazonada, toda la problemática deportiva, social, económica, de credibilidad, que tiene nuestro futbol, con una sola apuesta, como dirían los apostadores, con un seco al 8 rojo, quieren darle solución a un todo. Tan malas son las decisiones que con un Mejoral les duele más la cabeza.
Ya el poco éxito en taquilla de la selección en sus dos últimos juegos en EU, quisiera entender que prendieron los focos rojos a un problema que nunca pensaron que los alcanzaría, que llegaría, pero el hecho fue que solo pudieron vender la mitad o menos de los boletos en sus dos últimos juegos en fecha FIFA. La solución mágica fue que los dos siguientes juegos serán en tierras mexicanas, Guadalajara y Puebla, contra EU y el Valencia. El morbo del primero les hará la taquilla, del segundo está por verse.
Pero la problemática espectáculo-taquilla continúa en la llamada Liga MX. Los números que da la página de la Federación son totalmente contrarios a lo vivido en cuatro juegos de la pasada fecha 9, en la que el promedio de entrada en los juegos de Puebla, Pumas, León y Atlas es de 7,775 aficionados, siendo el del Puebla el menor con 6,758 y el del Atlas el mayor con 9,143. Estos datos no corresponden en nada con los promedios que maneja la página oficial en la que dicen que en 9 fechas el promedio por partido es de 19,222 aficionados, en un torneo que quizá el menos malo o el más regular es el Cruz Azul y que en su último juego de local sufre para ganarle a Chivas 1-0 de local, sí, ante estadio casi lleno. Mención aparte el tema del América, que comparte estadio con Cruz Azul al estar en obras su Estadio Azteca. Bueno, pues dicen que se van a otro estadio ya que la gente no acude al inmueble por razones ajenas o no tomadas en cuenta por el aficionado del Cruz Azul que en verdad sí compra boleto.
No se quieren dar cuenta que la gallina de los huevos de oro también se cansa, también se hastía, esa gallina también pide alguna comodidad, algún aliciente, alguna emoción, algo diferente y que ve en otras gallinas, en tiempos en la que todos vemos todo y comparamos las grandes diferencias que existen.
Un gran negociador, un expentatleta y un servidor público, ninguno con experiencia en entidades deportivas, tienen y dictan los presentes y futuros de nuestro futbol.
Que Dios nos agarre confesados.