Empezó y terminó la primera ronda de la liguilla mexicana. Del Playinn ni hablamos: solo 3 juegos entre 4 participantes para definir los dos últimos lugares. Los resultados de este invento no podían tener otro resultado: el 9 y el 10 fuera, como en cualquier liga del primer mundo. Esos lugares no alcanzan ni para ser campeón, ni puestos en torneos internacionales, ni repechaje, ni nada. Son lugares ombligo.
Toca el turno de platicar de los que quedaron del 1 al 8, de los que pasaron entre los mejores 4 y de los que se quedaron.
Para mí, los buenos fueron América, Cruz Azul y San Luis. América regresa por sus fueros sin ninguna mafia en especial y vence a un supuesto grande. Su gran secreto fue poner una línea de 3 en defensa, con jugadores capaces, en especial Reyes que tuvo en el Puebla esa posición y, por sus características, encaja perfecto en esa línea. Adelante siempre estuvieron bien, gol tienen, con Valdez o sin él.
También aparece Cruz Azul, amo y señor de las primeras 17 fechas. Se sobrepone a un tibio Xolos que tuvo todo para liquidar la serie en el juego de ida, con 3-0 en el primer tiempo, un jugador más, pero que ya no atacó, no despedazó al rival en los segundos 45.
En el regreso, el rival se fue sobre ellos y necesitaba un gol en el primer tiempo. Con eso fue suficiente para que los otros dos entraran. Con fallas en su zona defensiva, fue el mejor del certamen y merecía el pase.
El tercer y último bueno fue el San Luis, equipo ordenado, solidario y entendido de sus virtudes y de sus defectos. Se defiende bien, tiene un gran portero con tan solo 54 juegos en primera división a sus 27 años, fenómeno muy común en nuestro futbol por las pocas oportunidades que se le dan al joven. Cuando jugaban 3 o 4 foráneos, con más calidad, había muchos espacios para los nacionales y aparecían muchos Andrés Sánchez, portero del San Luis, por ende, los equipos tenían otro tipo de calidad y se podía ver en la liga mexicana, futbol estilo mexicano. Ahora, con un puñado de mexicanos y en esta liguilla ningún técnico nacional, se ve un torneo jugado en México pero sin mostrar estilo mexicano: las ideas son foráneas y los protagonistas y jugadores estructurales son de fuera. Pero bueno, San Luis, con su estilo ya nombrado hace 3 goles en 180’ y no permite ninguno. Del rival ya hablaremos más adelante.
El primer malo es el Toluca, equipo que nunca entendió, nunca tuvo una respuesta, nunca reaccionó ante lo que el rival hacía. En el primer juego, evidente que pudo cambiar desde el minuto 30 del primer tiempo, no lo hizo y menos en el segundo tiempo. En el segundo partido, sabiendo que el rival repetiría cuadro y formas, solo apareció en la cancha y las dos o tres claras de gol las solucionó Malagón. Ante eso, América les hizo otros dos y dejó en evidencia que no todo lo que brilla es oro. Me refiero a su técnico que tuvo tiempo y calidad de sobra para transformar lo que se vio. A toro pasado dice que ese equipo dará grandes satisfacciones a futuro. Quizá, pero no con alguien que no supo o no quiso cambiar a la hora indicada.
El segundo malo se llama Xolos. Se aprovecha en el primer tiempo en su casa de los errores defensivos individuales y de sistema que el Cruz Azul tiene y le clavó 3 goles, más la estúpida acción del jugador Sanchez del equipo azul, que se va expulsado. En el segundo tiempo, el rival sale a que no le metan más goles y la sorpresa es que Xolos sale a lo mismo, a no hacer goles y despedazar al adversario. En el juego de vuelta, ante un Cruz Azul casi caminando y con muchas facilidades, anota 3, ante los múltiples cambios de su técnico, ávido de inventar el agua tibia con formaciones sacadas de su manga y que por lo visto, jamás fueran entrenadas. Tache a Xolos.
El tercer malo de la película se llama Tigres. Su técnico tuvo la oportunidad de rejuvenecer el plantel y su juego, pero no se atrevió a sacar a las vacas sagradas. Tuvo una temporada regular en un torneo, abajo de regular. Cuando necesitaba sacar un once con experiencia de liguillas pone un cuadro nuevo y contra un equipo ordenado se lleva 3. De regreso en su casa, ya era tarde. El rival siguió en orden, tuvo a un portero que detuvo todo y las vacas sagradas se le fueron encima.
Fatal temporada del técnico, de las vacas y de los directivos. Por último, el cuarto malo se llama Pumas, un equipo que siempre jugó a cuidar el cero atrás, muy poco atrevido en su juego y en el mensaje de su técnico, siempre con un dejo de miedo tratando de conservar la chamba. Un equipo que apostó por su cuadro bajo y que al final, su cuadro bajo lo mató regalando 3 goles de forma individual.
Por último falta el FEO. Es el Monterrey, la peor mentira del torneo mexicano. Individualmente puede ser bueno. Su juego es imposible de descifrar, porque juegan a que un jugador, individualmente, te saque el resultado. De los 5 goles, el tercero es el que más se parece a una jugada de futbol. Los demás regalos de la defensiva. No es de ahora. Llevo 7 torneos apostando por ese equipo y 7 torneos es la misma canción: muy caro para lo que hacen, muy FEOS.