El pasado lunes, fui invitado por el Secretario de la SEP a inaugurar unos juegos de fútbol 5, a nivel estatal en las instalaciones del CENHCH. Los equipos hicieron el desfile y me doy cuenta de que unos van con el uniforme del Madrid, otros con el de Alemania, otros con el del París; los más elegantes portaban el uniforme y colores de su colegio, como el CENHCH, pero ninguno portaba el uniforme del Puebla, con la franja azul. No es un caso menor que entre jóvenes de primaria, nadie apueste por el Puebla, resultado de la nula identidad del equipo, en este caso, con los niños.
Sin salirme del tema, el pasado martes, el que presta su nombre como dueño del Puebla, en conferencia de prensa y ante los temores que él mismo inventó, se esperaba noticias de un falso fondo de inversión inglés, el cual compraría menos del 49% de las acciones. Ningún fondo serio compra menos de la mitad a una institución que no es clara en su constitución empresarial y que, por el %, estaría atado a tener voz pero no voto. En dicha conferencia se presentaría al Sr. García como director deportivo, que para mí, era lo importante de la reunión: sus planes, el plantel, el técnico, sus objetivos, etc. Muy poco pudo comunicar el Sr. García ante el acaparamiento del micrófono del seudónimo presidente.
Este nombramiento también tiene su historia: se convoca hará 7 u 8 años a tres personas. Dos de ellas compartían el 10% del equipo y el Sr. Jiménez el restante 90%. El día de las firmas y pagos, las dos primeras personas pagan su respectivo 5% y reciben su papel como propietarios del equipo, pero aparece el gran “pero”: se les pide una cuenta bancaria para regresarles su inversión, motivo suficiente para que no aceptaran. Después fueron invitadas a formar un consejo deportivo, grupo que no tuvo éxito. Lo máximo que lograron fue traer con su dinero a Luis Haquín, central de Bolivia, con gran futuro y que, lastimosamente, se rompió la rodilla en un entrenamiento. A estos dos poblanos, su sueño de hacer algo por el Puebla —no una gran solvencia moral y económica— les destruyeron sus ilusiones muy rápido. El otro 90%, sin saberlo, pero asegúralo, es igual que el 10%. Unos se retiraron y el otro sigue teniendo menos fuerza que un sideral. El dueño es TV Azteca y sabe perfectamente cuál es su negocio, y eso lo explota con una institución con mucha historia. Ellos no tienen la mínima intención de tomar el camino deportivo, simplemente porque ese no es su negocio.
El Sr. Gabriel Saucedo, director del proyecto, sabe perfectamente lo que no tiene y la gran problemática que será poder llevar a un equipo de MX a buen puerto. Después de saber que gastará más dinero en deudas, multas, finiquito de contratos, comparado con lo poco que tendrá para traer jugadores, el mundo no se le cierra y su gran apuesta es aferrarse a lo más valioso de la institución: SU AFICIÓN Y SU HISTORIA. Todo esto, tomado de la mano de la gran disposición que tiene el Sr. Gobernador Alejandro Armenta de apoyar el deporte escolar, amateur y profesional, no con dinero, sino con sinergias y lazos para que el estado se vea favorecido.
El Sr. Saucedo ya dio grandes pasos: reconoció su problema y apuntó a socializar el equipo, trajo un preparador físico con la franja tatuada y hace sociedad con el técnico nombrado en cuanto a cuál será la idea en general. Después se quedaron quien se quiera y pueda quedar. Solo como ejemplo de esto, el portero Julio González tiene mercado para irse a otro equipo, pero él quiere jugar en el Puebla. Para mí sería Julio y 10 más. Después tendrán que ver en qué jóvenes puedan estar para competir y tirarse un clavado a la Liga de Expansión, liga que conoce perfectamente el Sr. García, y darle la oportunidad a muchos jóvenes jugadores que Puebla les puede abrir las puertas. Ese será el plantel del Puebla, que para mí será suficiente si le dan simientes sociales: sacar al equipo de Angelópolis y Lomas, y ponerlo en escuelas de la capital y de los municipios; hacerle saber a la afición que el equipo es del estado y para el estado, que no goza de luminarias pero sí de una gran necesidad de servir de ejemplo mediante su esfuerzo en competencia. Eso ya lo viví y nuestra gente es noble y reconoce.
Pero lo primero es descolgar el teléfono y hacer una plática con el Gobernador para exponerle su plan a seguir. Mil a uno que el hombre más importante del estado dará su total apoyo, cosa que ya hizo públicamente; solo tienen que buscarlo y exponerle su plan. Con esa acción, cerrarían el círculo y estarían en el mejor lugar y en el mejor momento. Después aparecerán muchos que se querrán colgar la medalla, misma que solo pertenecerá a su directiva, cuerpo técnico y jugadores. La televisora seguirá vendiendo sus transmisiones y los demás, o se unen, o pasarán al grupo de los apestados, y ese olor el Puebla no lo merece. El que no quiera construir y ver un coto de oportunidad ante la situación, que sus bombas de humo las tire en otro terreno. Aquí se necesita aire puro e ideas nuevas con lo que sí existe.
Desde mi pequeña trinchera, yo apoyo esa gran idea.
PUEBLA PARA LOS POBLANOS.