Arrancó otro torneo de la Liga de Expansión, nombre que tomó al desaparecer la Liga de Ascenso y que premiaba y fomentaba la competencia entre los aspirantes a ocupar un lugar en la Liga MX, y los que componían dicha liga y luchar por quedarse con su franquicia, so pena de perder el 90 por ciento de inversión en su franquicia, situación que nada agradaba a los siempre involucrados y, por medio de pago de favores, abolieron la liga, el castigo, y se hicieron de un lugar perpetuo en Liga MX. Los resultados saltan a la vista: en la principal liga mexicana no existe la competencia porque no se fomenta el saber competir y entonces, como ejemplo, en la última Copa América, 19 jugadores que componían dicha liga, no supieron competir cuando la situación lo ameritaba.
¿Cuál es el cometido de esta liga? Al no tener ascenso, parecería que los objetivos se tornan nulos. Hace nueve torneos trabajo de comentarista en dicha liga y veo, más allá de no tener el principal aliciente, muchas cosas que se pueden hacer y que por la poca o nula unión entre los propietarios, cada quien participa con algún objetivo individual, sin tener nada que ver con un proyecto en común.
Ahora ya cambiaron de día sus partidos y estos se van a empalmar con juegos de la Liga MX. Así, un sábado o un domingo jugarán a la misma hora que lo hace Chivas, Cruz Azul o América. Si los aficionados de Yucatán, Tampico o Oaxaca, no ven un mejor espectáculo en sus juegos, se quedarán en su casa y verán los partidos de la otra liga por TV. No hablo de un mejor juego, esto es imposible por las diferencia de calidades de los jugadores de una y la otra liga. Me refiero a que todos los equipos por convencimiento salgan a la cancha dispuestos a jugar abiertos, con futboles atractivos, más allá de las deficiencias técnicas y las calidades de las canchas. Como ejemplo: el sábado pasado U de G, con un plantel de los mejores de la liga, jugó vs Dorados, equipo totalmente olvidado por su dueño, en un partido que la U de G por plantel pudo meterle 5 o 6 goles al rival y lo que pasó fue un juego intransigente en cual metieron un gol, suficiente para llevarse los malditos 3 puntos, olvidándose de los 2 o 3 aficionados que habían pagado un boleto. Al final la Universidad clasificará, el oponente quedará entre los 3 peores. El primero, al no estar acostumbrado a arrasar a los rivales, quedará eliminado como en los últimos 6 torneos y sus entradas irán cada día peor porque no ofrecen un espectáculo digno a los que pagan un boleto. Nada pasaría si los 15 equipos (ya desde la cantidad se empieza mal) salen a la cancha con la mentalidad de agradar y manifestarse como competidor. Al final, como toda competencia, uno ganará y otro perderá, pero los aficionados se irán contentos porque vieron un espectáculo, vieron, goles, llegada, atajadas y jugadas que les llenaron el ojo. Ya un equipo, Los Cimarrones, este torneo pidieron permiso de no participar, porque los gastos eran muchos y las entradas de dinero no daban para pagarlos. Por supuesto que esto podría ser negocio, pero lo primero es hacer entre todos los dueños un plan que favorezca a todos y dejar de que cada quien trate de jalar para su molino.
Entonces de seguir por ese camino, esta liga está destinada a desaparecer cuando tienen lo más valioso: estados y municipios representados en el futbol organizado. No puede ser posible que la gente de Tlaxcala, Cancún, Zacatecas, Yucatán, Oaxaca, Morelia, solo por nombrar a algunos, no les den el aliciente para sentirse representados.
En ligas amateur, como la de Morelos o la liga de la Central de Abastos, las pequeñas poblaciones o dueños de bodegas, hacen que sus ligas, amateur, tengan más pertenencia que la supuesta segunda liga profesional del país.
La Liga de Expansión necesita fuerza y esta solo llega con la unión.
Busquen un objetivo en común: el ascenso no existe ni existirá, entonces dejen de jugar al propietario y hagan algo, den un ejemplo de lo mucho que se puede hacer.
