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viernes, febrero 28, 2025

El respeto no tiene género

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Con este título al escrito, quiero decir muchas cosas. El respeto no tiene tiempo, no es de moda, no tiene jerarquías, no lo rompe la felicidad, ni la angustia ni la derrota. El respeto tendría que nacer el mismo día que la humanidad: “El respeto al derecho ajeno es la paz”, frase que encierra cualquier palabra que sea sinónimo de respeto. 

En estos tiempos, y por fin, veo que a la mujer se le está dando el valor que siempre debía haber tenido y que, por motivos en verdad estúpidos, no lo tenía. 

A mis 66 años, no me canso de decir, a manera de comparación, que la mujer es más eficiente que el hombre, es más tenaz, es más responsable, es más disciplinada, es más productiva. Esa es mi experiencia en múltiples labores que he desarrollado. Nunca pude entrenar un equipo femenil, pero sí viví situaciones que no me gustaban y siempre, desde mi trinchera, apoyé con hechos su actividad. 

Esta historia entre el nefasto Rubiales y la jugadora Jenni Hermoso, hace un antes y un después ante el hecho lamentable que se da en la final del Mundial Femenil. Tenía que salir un patán, Rubiales, a quitarse la máscara y mostrar al mundo qué representaba una mujer en su vida, olvidándose de la raíz: una mujer lo trajo al mundo y otra mujer le dio tres hijos. Si con estos dos sencillos y naturales actos no entendió el valor de la mujer, en cualquier momento sacaría el cobre y pagaría, no lo que todo el mundo vio y juzgó, sino los mil y un atropellos que estoy seguro hizo en su investidura de presidente de la Federación de España. La vida le fue sumando facturas y, en su anti momento de gloria, se las cobró todas en una sola. El concepto de la factura era corto pero contundente: falta de respeto en general a la mujer; cantidad a pagar: la deshonra mundial. 

La valiente heroína, cuyo valor hizo que no temiera desde el minuto uno después del beso en la premiación, sirvió de ejemplo al mundo femenino de no callar y también al mundo masculino, que, para efectos de vida, no hay género, sino personas en superación constante. Para mí, no es tiempo de mujeres. Mi madre, mis hermanas, mi esposa y mis hijas las he visto en una lucha diaria por ganarse un espacio en el mundo, con éxitos y con fracasos, en las buenas y en las malas. Mejor ejemplo de las mujeres no pude haber tenido. El tiempo de mujeres ha sido siempre en mi vida. 

La multa económica impuesta, yo ni la habría mencionado: es de risa. La verdadera multa es que siempre será visto, a donde quiera que esté o a donde quiera que vaya, como alguien que no se dio, porque así nació, la oportunidad de respetar a las mujeres. 

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