En medio de graves problemas de gobernabilidad al interior de su partido, Movimiento Ciudadano, el diputado local Fernando Morales Martínez hizo un Fernandazo durante la mesa de trabajo entre la auditora Superior del Estado, Amanda Gómez Nava, y los integrantes de la omisión de Control, Vigilancia y Evaluación de dicha institución. Un Fernandazo es una práctica común en el hoy dirigente de MC y consiste en una torpeza y/o una declaración escandalosa sobre un tema político en particular. Es memorable el Fernandazo cuando se decantó porque Mario Marín Torres fuera el candidato del PRI a la gubernatura, lo que representó un grave problema para su padre el entonces gobernador Melquiades Morales Flores. Otro Fernandazo ejemplar fue su paso por la dirigencia estatal del PRI en la época de Rafael Moreno Valle Rosas. Su actuación dejó tanto qué desear que muchos consideraban que las oficinas del tricolor en la Diagonal Defensores de la República eran una dependencia más del gobierno del estado. A partir de esa gestión, el Revolucionario Institucional simplemente se desdibujó y nunca pudo recuperarse. De hecho, el portal e-consulta reveló el 17 de septiembre de 2012, que en dicha gestión había una grave sospecha por el mal uso de los recursos que llegaban al expartidazo. Vea usted: “La anemia que padece el PRI no sólo es resultado de los excesos de su actual dirigente, Fernando Morales Martínez, de la negativa de sus militantes a cumplir con el pago de sus cuotas... Otras causas que también han contribuido al deterioro de las finanzas del tricolor y al despido de sus delegados distritales y especiales hay que ubicarlas en la suspensión de los recursos que antes enviaban los gobernadores de otras entidades. Entre ellos, los mandatarios de Tlaxcala, Mariano González Zarur, y de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa… ¿Por qué desde que el hijo del exgobernador Melquiades Morales llegó a la dirigencia del PRI estos recursos dejaron de fluir? Las razones parecen diversas… otra es que el actual dirigente poblano se confió y malgastó los 14.75 millones de pesos que el PRI recibió del Instituto Electoral del Estado por concepto de actividades ordinarias permanentes durante 2012. Dicha suma alcanzaba para cubrir la totalidad de la nómina del partido… Lo que no cubría eran los viajes en helicóptero, a los que tan afecto es el hijo del exgobernador Melquiades Morales, o los sueldazos que asignó a sus principales ayudantes y colaboradores”. Con esos Fernandazos a cuestas, el líder del partido naranja tuvo a mal en vestirse de Torquemada durante la mesa de trabajo con la auditora Superior del Estado, a quien le reclamó -sin pruebas de por medio- que al llegar al Congreso del estado se encontró con camionetas blindadas y guardaespaldas a su servicio. Tras escucharlo, los asistentes no descartaron que los vehículos y personas pudieran ser parte de la avanzada… ¡pero del diputado local!