Ridículos y mentiras
Esta semana fuimos testigos de dos errores tragicómicos-mágicos-musicales de la prensa poblana. El primero lo relata a detalle el periodista Mario Alberto Mejía, en La Quinta Columna, respecto a la fuga que nunca ocurrió de un importante reo en Puebla. El segundo está ligado con el cobro del Derecho de Alumbrado Público (DAP) aprobado por el Congreso del estado para 140 municipios poblanos. Antes de concluir el 2021, los legisladores sesionaron de manera extraordinaria para aprobar dicha recaudación. La nota principal fue que la falta de operación del edil Eduardo Rivera Pérez provocó que tanto la capital como las Cholula fueran excluidas no así el resto de los municipios que lo solicitaron. Desde esa sesión, los diputados Iván Herrera Villagómez y Carlos Alberto Evangelista Aniceto -que se han convertido en los sicarios legislativos de Claudia Rivera Vivanco e Ignacio Mier Velazco– aseguraron que los municipios más pobres como Chichiquila o San Nicolás de los Ranchos tendrían que pagar montos mensuales por un servicio inexistente. Herrera fue más allá y hace unos días difundió una lista de alcaldías, el monto del DAP a pagar y la cobertura del servicio que tienen. Varios medios de comunicación repitieron las palabras e información del legislador. El problema es que se los olvidó un ejercicio básico de cualquier reportero: contrastar la información. Solo necesitan revisar las leyes de ingresos municipales aprobadas para enterarse que les estaban vendiendo gato por liebre, ya que todas las leyes cuentan con un capítulo específico de estímulos o condonaciones del 93.5%. Los altos montos que según ambos legisladores tendrían que pagar los ciudadanos de esos municipios marginados no son reales. Sabemos que los políticos -y este par, sobre todo- son muy mentirosos, pero como dijera una colega del gremio: Si tu fuente dice una tontería, que no te vean la cara de tonto y la reproduzcas. Un dato relevante: entre los medios que difundieron la información están La Jornada de Oriente y Diario Cambio. El primero es uno de los aliados más visibles de Claudia Rivera. Y en el segundo, Ignacio Mier forma parte del consejo de administración.
Otra más de Vilchis
La poblana Ana Elizabeth García Vilchis nos tiene acostumbrados cada semana a superar sus equivocaciones, osos y dislates. La encargada de la sección “Quién es Quién en las Mentiras”, orientada a supuestamente exhibir la información que difunden los medios de comunicación, ha sido un espacio en el que la mala lectora de páginas solo ha contribuido a su desprestigio personal, incluso por debajo del singular grupo de “reporteros” cómodos en Las Mañanera como Lord Molécula. El portal Animal Político, en su sección El Sabueso, difundió un interesante videoreportaje en el que, en 6 minutos y 31 segundos, exhibe la información falsa y engañosa de la que se ha valido para argumentar notas periodísticas, además del uso de frases que estigmatizan y denigran el ejercicio periodístico. El reportaje solo confirma una cosa: la valentía de Vilchis para permitirse llegar tan lejos.
Conflictos azules
Las pugnas al interior del PAN en Puebla están lejos de aminorar por más que haya actores nacionales interesados en que haya un pacto que les permita recomponerse rumbo a 2024. Por un lado, Genoveva Huerta Villegas se mantiene firme en su decisión de ir hasta donde sea necesario con tal de echar abajo la elección de la nueva dirigencia estatal, pues cuenta con elementos que los magistrados federales han tomado en cuenta para anular procesos en otras entidades. Esta situación despertó el nerviosismo de Augusta Díaz de Rivera y Marcos Castro, pues saben que de no atajar correctamente la vía jurídica y política el escenario se descompondrá todavía más en perjuicio de su investidura. El problema de ambos es que están frente a un galimatías: Si van a fondo contra su adversaria y aliados, entonces, fortalecerán la idea de que por su venas corre sangre autoritaria; si los dejan seguir, se verán tibios; y, sobre todo, no pretenden sentarse para alcanzar un acuerdo por un tema arraigado de soberbia en la ultraderecha que comanda el alcalde Puebla.
