Más allá del discurso trillado de lo que aportan los migrantes a Estados Unidos y las consecuencias de la política xenófoba de Donald Trump, en realidad los migrantes son los enemigos de republicanos y demócratas por igual, sin distinciones. Ahora que el magnate regresó a la Casa Blanca totalmente recargado, la pregunta que surge es: ¿hasta dónde llega el alcance de su política de repatriación? Sin temor a equivocarnos, la verdadera estrategia del presidente estadounidense es simplemente generar miedo y que eso le sirva de ariete para doblegar a sus adversarios y/o que eso sirva para imponer sus condiciones. Alrededor de la firma de la orden ejecutiva que declara estado de emergencia la frontera entre México y EU, se ha creado una burbuja especulativa que justamente abona a la difusión del miedo. En realidad, las cosas son muy diferentes. Vea usted: En el último año de su administración, Joe Biden arrestó a un millón 550 personas sin autorización de residencia en EU, es decir, un promedio diario de 6 mil 961 (el dato está calculado hasta noviembre). ¿Sabe cuántos migrantes ha detenido Donald Trump y toda su estructura migratoria en promedio? ¡791 personas diarias! Eso llevó al magnate a exhibir públicamente su frustración ante las cifras que, a su parecer, son muy bajas. Y, aprovechó para girar instrucciones a fin de que las capturas incrementen a mil 500 diarias. Si bien, la cifra de 1.5 millones del “demócrata” Biden es una gran disminución respecto a sus otros años en la Casa Blanca, eso no obedeció a que tuviera el ánimo de apoyo y solidaridad con los migrantes sino porque era un año electoral. En defensa del “demócrata” cabe decir que sí incrementó el número de personas que regularizaron su situación migratoria y ha sido el que más permisos de asilo ha extendido, pero las acciones persecutorias siguen siendo las más altas de las últimas tres gestiones. Barak Obama, por ejemplo, sumó 2.4 millones de capturas en todo su segundo mandato, lo mismo que los cuatro años de Trump en la Casa Blanca. Pero don Joe no se midió y terminó con un total de ¡8.7 millones de detenciones! Por eso resulta pertinente matizar las acciones de Trump y entender que su juego se encuentra en la cancha de la percepción. Su personalidad de bravucón, bocazas, locuaz le ayudan a fortalecer su discurso que lo convierte en el “matón del barrio”, en tenerle miedo. ¿Puede llegar o incluso superar los números de Biden en materia migratoria? Por supuesto, pero antes deberá resolver el problema económico que es justo en donde su antecesor terminó por hacer agua. Los migrantes sin autorización, según la Secretaría de Relaciones Exteriores, aportaban 42 mil 600 millones de dólares en el pago de impuestos en 2022, a los que se suman otros 121 mil 500 millones de dólares de los contribuyentes con estatus migratorio oficial. En total, se estima que este sector aporta el 8 por ciento del Producto Interno Bruto de EU. Mientras Trump no resuelva el tema económico y mejore las condiciones del mercado interno de su país no habrá mucho interés por superar a Biden. Claro que puede actuar de otra manera, pero insistimos: estamos frente a un ilusionista y cuando pensemos que se está dando un balazo en el pie, en realidad ha logrado subsanar el coste económico de ir contra los migrantes.