La noticia de que la gestión de Eduardo Rivera Pérez financia al responsable de difundir la falsa información de una estatua del gobernador Miguel Barbosa Huerta que desencadenó en una parodia de resbalones desató una crisis de nervios en entre la burbuja de inútiles que rodean al munícipe. La preocupación tiene su origen en que habían puesto una estrategia para recuperar la confianza del inquilino de Casa Aguayo luego de una serie de escándalos que generaron la percepción de que al panista le gusta más tender puentes con los enemigos del barbosismo que en construir puentes sólidos con el jefe del Poder Ejecutivo local. Presurosos, los lalistas buscaron por todas partes hacer llegar el mensaje de que todo era una confusión, pero en su torpeza dejaron un recado que no tiene pierde: “Sí lo financiamos (al golpeador), pero ya no más” (risas grabadas de fondo). Con esa operación política puede entender cómo es que en la Comuna no hay brújula ni dirección. Cercanos a Eduardo Rivera nos platicaron a los integrantes de esta redacción que no es que sean tontos, sino que tienen tal nivel de desorganización que no atienden las cosas importantes y el día a día los rebasa siempre. Otro problema que complica más la situación es la incapacidad de los funcionarios y operadores del edil que no tienen la menor idea de cómo interrelacionarse con el gobierno del estado. Ya no se trata de un problema de soberbia, nos explican. Es un asunto de habilidades, competencias e intereses puestos en otras cosas. No pierdan de vista los negocios, fue la otra recomendación que nos dieron. Y, bueno, esta historia ya la hemos vivido: Solitos por su propio peso caerán los escándalos. Al tiempo.
Precisiones pertinentes
A la cuenta de Twitter del director Editorial de Hipócrita Lector, Ignacio Juárez Galindo, llegó el siguiente mensaje: “En atención al texto de @ignacio_angel es necesario precisar que no conozco ni tengo relación alguna con @CarlosTorresF_. Lamento que lo hayan malinformado y hasta publicado, sin confirmar”. El texto fue difundido por Patricia Corro, directora de Comunicación Social del exoperador estrella del morenovallismo y actual directora del portal alcancediario.mx, a raíz de lo publicado en la edición de ayer que asentó: “Tras quedar en el desempleo, Carlos Torres fue rescatado de la adversidad por Patricia Corro, excoordinadora de Comunicación Social del principal operador político-electoral del morenovallismo, en donde realizaba trabajo de posicionamiento y seguimiento”. Torres Flores fue el sujeto que difundió la falsa información de que el gobernador de Puebla se mandó a hacer una estatua que instaló en Casa Puebla y que fue desmentida por el propio mandatario. Un punto que queda en duda es la pésima redacción del tuit, el cual debió decir: “Lamento que lo hayan malinformado y que usted haya publicado sin confirmar”. Lo aclaramos para que la aclaración quede clara (ironía).
Tendencias electorales
Los sondeos de opinión difundidos por Reforma y El Financiero produjeron un shock eléctrico entre la oposición conformada por PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. Si las elecciones estatales y presidenciales fueran hoy, Morena barrería por completo. ¿Cuál triunfo de la oposición? La estrategia del incompetente Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional de Morena, por elevar a traidores a la patria a los diputados federales que votaron en contra de la Reforma Eléctrica ha quedado solo en otra ocurrencia, pues seguir con la cantaleta solo propiciará que les hagan campaña gratis y los posicionen en una franja electoral que ya no ve con mucha simpatía a la 4T. Así como están las cosas, todo está puesto para que Morena aplique zapato a la oposición y se cumplan los pronósticos de que para la elección presidencial llegue con 24 gubernaturas en la bolsa. Por cierto, los espanta bobos del coordinador de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier Velazco, comenzaron a difundir la especie de que será Andrés Manuel López Obrador el que imponga al tristemente célebre legislador poblano. Ya, no manchen, sean serios.
