A muchos de los asistentes al concierto del palenque de feria de este sábado llamó la atención un grupo en especial, que encabezó el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Puebla, Héctor Sánchez Sánchez.
En la zona VIP, con costo de 3 mil 500 pesos por butaca, en un grupo de unas 20 personas, aparentemente invitados del magistrado, convivían y bebían. Por el hecho en sí no podemos vernos santurrones y criticar el fiestón que agarraron y en el que por cierto estaba su esposa, la diputada Mónica Silva. Lo que sí es como para levantar cejas es que casi todos los acompañantes de Héctor eran viejos morenovallistas, quienes fueron muy beneficiados en aquella época de la administración que hizo del gobierno del estado un modelo de negocios. Por citar unos nombres, estuvieron con Sánchez, el expresidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y coordinador de regidores del PAN en el Cabildo de Puebla, Carlos Montiel Solana; y el exvocero del galismo y de Martha Erika Alonso, Ernesto Echeguren Barroeta. Dos ejemplos. Cuentan en el propio círculo de Héctor Sánchez que el magistrado ya se siente “gobernador”. Que presume su proyecto para 2024. Incluso que su pareja Mónica Silva también tiene desplantes de “primera dama”. Pero a nadie le cuentan que Héctor en las mediciones internas que están realizando los partidos no supera ni 17 puntos de conocimiento. Al ver a esa veintena de morenovallistas, este sábado en el Palenque, hubo quien en tono de broma exclamó: “¡Cuántos años de cárcel juntos!”. Posiblemente ni tan en broma.
Alguien está preocupado
A una semana de estar sumido en el escándalo por el cisma que vive el Cabildo de Puebla, los integrantes de la gestión de Eduardo Rivera Pérez están sumamente preocupados porque ya se dieron cuenta que su vieja forma de hacer política nomás no sirve. Esa vieja forma está basada en creer que los demás son tontos. Así de sencillo. Pero en realidad los únicos tontos que hemos visto hasta ahorita son al alcalde de Puebla y su séquito de buenos para nada. Ese problema de percepción de la realidad provocó que sus aliados electorales ahora sean sus más férreos enemigos. Ahí está el caso de Leobardo Soto Martínez, quien impuso en la planilla de regidores a su hijo Leobardo Soto Enríquez. Para nadie es desconocido que el dirigente de la CTM en la entidad es un enamorado de los gobiernos que les gusta untar la mano, pero con los panista se topó con pared. Es por eso que su hijo el regidor ha rechazado muchas propuestas de la Comuna y se adhirió al bloque opositor. Ante el temor de que realmente pierdan el control del Cabildo, los yunquistas-riveristas comenzaron a tender puentes con aquellos que pueden ser susceptibles de acuerdos rápidos, es decir, que se les pueda untar la mano sin problema. El mensaje de que las cosas van por ahí fue la celebración del 1 de Mayo, Día del Trabajo, por parte de la central obrera a la que asistió Adán Domínguez, el gerente del gerente del Yunque, y Silvia Tanús Osorio, secretaria general de la Comuna panista. La presencia de ésta última es entendible debido a su filial priista, pero en el caso del primero es la confirmación de que Lalito Rivera busca fumar la pipa de la paz con el ambicioso líder cetemista. Lo que no sabe el munícipe es que la solución le saldrá más cara a consecuencia de su soberbia.
Desesperación estilo dogerista
No hay nada más divertido que ver a un político correr como gallina descabezada. El cuerpo corre frenético por todos lados sin saber que su cabeza yace a metros de distancia. Eso mismo le ocurre a Moisés Ignacio Mier Velazco, quien cobra como coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara baja, pero en realidad los que mandan en la bancada son otros. Luego de su fracaso en la fallida Reforma Eléctrica intenta hacer creer que forma parte del Olimpo de la 4T, cuando en realidad es muy conocida su desgracia política. Ahora anda diciendo que es el tercer operador más importante del presidente de la República (carcajadas de fondo). Lo que no ve es un mensaje demoledor para el grupo que encabeza Marcelo Ebrard Casaubón emitido el mismo día que acudieron a la reunión con diputados federales tanto Mier como Mario Delgado Carrilla (sarcasmo), dos de los más eufóricos aplaudidores del canciller. Allí, frente a ellos, no tuvo empacho en ensalzar el trabajo del secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández, y asegurar que es el mejor respaldo que tiene en el gabinete. Anteriormente, la chamba de solucionar los conflictos corría a cargo del secretario de Relaciones Exteriores. Hasta corría el chiste de que Marcelo era el mejor mil usos de la 4T. Hoy, la mano derecha del presidente es su paisano. Ese mensaje es el que AMLO envío a Marcelo Ebrard vía sus dos empleados: uno, responsable del frenón electoral de Morena en 2021, y el otro un pésimo operador que terminó por llevar a su jefe a ser el primer presidente de México al que le niegan una reforma constitucional. Pero, bueno, para Mier y sus matraqueros la realidad es otra. Lo que hay que hacer para engañar a bobos.