El ahora expriista Alberto Jiménez Merino dejó el que fue su partido por más de 40 años y azota la puerta a su salida, con el cuento de que ya no tienen cabida sus ideales. Pero son patrañas. En realidad, el excandidato a la gubernatura en 2019 se va por un hueso que le ofrecieron en el desaparecido partido Redes Sociales Progresistas (RSP), ahora convertido en movimiento afín a la 4T, y por la promesa de que irá en lista plurinominal de Morena a diputado federal en 2024. Claro que ese ofrecimiento es ficticio, pero el otrora prestigiado ingeniero agrónomo se comió completita la mentira con que el yerno de Elba Esther Gordillo Morales, el dirigente del Movimiento Nacional Progresista, José Fernando González Sánchez, lo orilló a dejar el PRI, a pesar de que durante décadas ha succionado la ubre partidista y hasta chambas consiguió para él y toda su familia. No se equivoca el presidente del tricolor en Puebla, Néstor Camarillo Media, al decir que Jiménez Merino muestra ingratitud con el partido “en el que fue todo, en el que recibió todo en su carrera”, y también sus familiares. El cuento de que se va por principios es una simulación más del exdelegado de Sagarpa, quien por cierto dejó varios pendientes en la administración pública y no ha podido explicar el robo de tractores que nunca llegaron a varios grupos de productores. Ahora será el coordinador del Movimiento Nacional Progresista en Puebla, antes RSP. Esta apuesta lleva, como todos los pasos del político, mucho interés de por medio. ¿Por qué Merino cree que este movimiento le permitirá acceder a una diputación federal? Si bien RSP no tiene registro como partido político, el movimiento pretende aliarse con Morena, partido al que han prometido apoyo en todo el país que -por cierto- es inexistente, a consecuencia de la desbanda de militantes, pérdida de fuerza y perder el financiamiento público. Tras el fracaso de RSP en 2021 y la pérdida del registro, el yerno de la mítica líder magisterial buscó reagruparse en una asociación civil que bautizó como Movimiento Nacional Progresista. Ésta pretende verle “espejitos” a Morena y a sus partidos aliados que sí tienen registro, usando el nombre de la otrora poderosa dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. En realidad, la maestra está muy lejos de su yerno en el ámbito político y personal. La causa del destierro fue mal manejo que hizo del partido que pretendió fundar. Por ello, ante la negativa de los cuadros gordillistas en Puebla de coordinar el fracasado nuevo movimiento, el anodino Fernando González fue a buscar a uno de los cartuchos más quemados y más grises del Revolucionario Institucional. O, ¿acaso alguien duda que los proyectos políticos de Alberto Jiménez Merino no entusiasman ni a su familia?
CINISMO ESTILO YUNQUE
Eduardo Rivera Pérez entró en una nueva fase de gobierno: mentir hasta parecer cínico. De otra forma no se entiende cómo es que muy orondo reconoció que la Secretaría de Gobernación municipal, encabezada por el monagillo del Yunque Jorge Cruz Lepe, ha sido incapaz de hacer frente a la regulación de venta de alcohol en los tianguis, colonias, unidades habitaciones del municipio. En este trienio, la capital se convirtió en una cantina 24/7 y nadie en el Ayuntamiento de Puebla tiene interés por contrarrestar el problema. El edil justificó que la incapacidad de su subordinado se debe a que carecen del personal suficiente para atender la venta ilegal de bebidas espirituosas, pero eso también es mentira. La dependencia de Cruz Lepe fue informada de un establecimiento que vendía alcohol ilegalmente en el tianguis de Granjas de San Isidro, el personal de la dependencia acudió y solo se atrevió a emitir un exhorto para que los propietarios fueran sumamente comedidos y dejaran de comercializar las bebidas. Como entenderá, hipócrita lector, los dueños del recinto los mandaron por un tubo. Unas semanas después, un muerto y una niña de 5 años herida de bala se reportaron en el lugar. De inmediato, la Comuna circuló la versión que había sido un ajuste de cuentas entre bandas del narcomenudeo. ¡Peor aún! Así el gobierno que le disputa a Claudia Rivera Vivanco el título del peor en la historia de Puebla desde que Agustín de Iturbide vino a comer sus chilitos en nogada.
