La presidenta de México ha dejado sorprendidos a muchos aquí y en muchos países por su inteligencia para lidiar con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump. Este jueves dio una vez cátedra de cómo se lidia con un bully, al presentar una reforma constitucional que pega en el corazón de la discusión que impuso el magnate al designar a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas globales. Por un lado, propuso la modificación del artículo 40, para “prohibir expresamente cualquier intento de intervención extranjera”. La médula de esa iniciativa es el párrafo que reza: “(Nuestro país) tampoco consentirá intervención en investigación y persecución alguna sin la autorización y colaboración expresa del Estado Mexicano en el marco de las leyes aplicables”. Traducción: Quien ande husmeando en territorio nacional sin el consentimiento o colaboración expresa de los mexicanos será considerado un delincuente. O, dicho de otra forma: No hay problema en colaborar para acabar con los cárteles y frenar el trasiego de drogas, pero en México mandamos los mexicanos. Tras poner el primer y muy importante alto a nuestros vecinos gringos, Claudia Sheinbaum Pardo fue a la yugular con la reforma al artículo 19 constitucional, al que se adherirá el siguiente párrafo: “A cualquier nacional o extranjero involucrado en la fabricación, distribución, enajenación, traslado o internación al territorio nacional de manera ilícita de armas, y a cualquier extranjero que realice actividades al margen de la ley vinculadas con los párrafos segundo y tercero del artículo 40 de esta Constitución, se le impondrá la pena más severa posible, así como la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa”. Sobre advertencia no hay engaño. En días anteriores, la presidenta advirtió que la declaratoria de los cárteles como terroristas llevará inequívocamente a proceder contra las armerías estadounidenses que han dotado de todo arsenal a los narcotraficantes y romper la cadena de financiamiento que tienen esas empresas para lavar el dinero de los cárteles. Un golpe no se devuelve con otro golpe si se está frente a un gorila. Se actúa con inteligencia y valor y eso justamente hizo nuestra presidenta. Si la lucha va en serio, entonces, todos a poner orden de un lado y otro de la frontera norte. Una investigación realizada por ArgenPress y analizada por el instituto brasileño Igarapé, cada día ingresan ilegalmente unas 2 mil armas a México, lo que genera una derrama de 127 millones de dólares anuales. La mayoría de los 13 millones de armas que circulan ilegalmente en nuestro tienen su origen en Estados Unidos. No hay nada oculto. Nuestro vecino país inicio una guerra contra los cárteles sin resolver dos problemas fundamentales: la demanda en su propio suelo y los multimillonarios ingresos que genera, entre otras causas por el flujo ilegal de armamento. Con la reforma de Claudia Sheinbaum, México tendrá la posibilidad de proceder legalmente contra las empresas responsables, congelar cuentas, someterlas a nuestra jurisdicción y entrarle al toro por los cuernos. Así es como se colabora y se procede en consecuencia.