El periodista Álvaro Ramírez Velazco dio a conocer un tema que confirma un tema que aquí hemos advertido: Ignacio Mier Velazco, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, pretende hacer creer que es la cabeza de las negociaciones para lograr la aprobación del Reforma Eléctrica que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador. Álvaro fue, durante más de dos décadas, reportero especializado en periodismo legislativo y conoce muy de cerca el movimiento de los diferentes grupos parlamentarios y cómo se cocinan las grandes reformas del país. Esto escribió en su más reciente columna: “El cabildeo para lograr la aprobación de la Reforma Eléctrica, con la que se busca que el Estado mexicano mantenga la producción de 54 por ciento de esta energía, demanda la intervención de políticos serios, con experiencia, trayectoria y estatura; por ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha encargado la tarea directamente al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. A él y sólo a él”. Más adelante, asienta las frases demoledoras: “Su estilo modesto, discreto y hasta elegante se hace indispensable en esta tarea delicada e importante que tiene como primera aduana el Palacio Legislativo de San Lázaro, en donde el poblano Moisés Ignacio Mier Velazco, coordinador de Morena, ha sido reducido a mero anfitrión”. Estas reveladoras líneas permiten conocer de primera mano que Mier Velazco y sus corifeos pretende vender gato por liebre en la aldea. La realidad es una: el poblano carece de los tamaños para un papel de esta envergadura, a pesar de que intente venderse como hombre clave de la aprobación.
Lucro deleznable
El utilizar el caso de la muerte de un bebe de seis días, cuyo cuerpo apareció en uno de los contenedores de basura del centro de reinserción social de Puebla, conocido como San Miguel, se convirtió en el nuevo ariete para golpear al gobierno del estado. A ese nivel de bajeza ha llegado el portal e-consulta, cuyo director Rodolfo Ruiz Rodríguez, asegura que las autoridades estatal intentaron “ocultar”, que el gobernador Miguel Barbosa Huerta “se demoró una semana en fijar postura” y “otra cosa que no checa es que el gobernador Barbosa señaló que las investigaciones van muy avanzadas, siendo que hasta hoy lunes unos 30 elementos de la Fiscalía estuvieron en el área de contenedores”. Este involucramiento e intención de vincular con el caso al mandatario no es circunstancial. El director del medio, cuya carrera periodística fue construida gracias a las filtraciones periodísticas que la derecha panista siempre le proveyó, viene de protagonizar un ridículo mayúsculo al dar difundir la información de una fuga en el penal de Tepexi de Rodríguez que nunca ocurrió. Después, aseguró que no había reportes de fuga sino que sólo se permitió la salida al reo privilegiado. Al ser desmentido nuevamente, entonces, optó por asegurar que el reo gozaba de grandes privilegios como es la posesión de un celular en su propia celda. Ahora, ese mismo periodista ha tomado el caso del bebé fallecido. Lo que no ha dicho es que el propio Miguel Barbosa aseguró que la investigación que se realiza sobre el caso sacará a la luz “toda la porquería” y gestión procederá en consecuencia. ¿Cuál duda sobre eso?
