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martes, abril 23, 2024

La poesía poblana desde una mirada humana

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|Luis Manuel Pimentel* 

La poesía no tiene un patrón absoluto de creación sino una intención que va más allá del sentir, es por ello que la mayoría de las veces se escribe como si se tratara de una realidad paralela; digamos que se puede ver a la poesía como un portal del lenguaje que se revela desde conductas psíquicas y lingüísticas y, al mismo tiempo, como una poción mágica del habla mediante la cual se tocan procesos cognitivos y sensoriales ante la expresión de una sustancia invisible que se materializa.  

Al respecto de lo anterior, Carlos Ildemar Pérez, profesor de teoría poética de la Universidad del Zulia, reflexiona –en su libro Poetología, sobre mapas abiertos al encuentro con lo poemático desde un análisis intimista, de observación y valoración– que:  

  • “La vida del poema no es real o irreal sino imaginativa”.
  • “El poema, más que ritmo, es una sonoridad respiratoria que nos deja extasiados”. • “Cada poema contiene en sí mismo una infinidad de poemas que lo habitan clandestinamente”.
  • “La imaginación del poema es la esencia de lo poético”.
  • “En el poema bueno siempre habrá algo más profundo que rebasa las mayores exigencias”.

Al leer esto dudamos que una inteligencia artificial pueda llegar a este grado de abstracciones con razonamiento propio, no derivativo, porque la mente humana tiene un componente especial al ir más allá de los razonamientos creados y procesados en forma de códigos binarios, de respuestas exactas predeterminadas, porque los seres humanos vivimos en una expansión de la conciencia semiótica, como lo plantearía Stalin Gamarra Durán. Pensado en ello, se me hizo curioso establecer un diálogo virtual con el GPT-3, de OpenAI, sobre lo que representa la poesía poblana, advirtiendo que a pesar de que estos avances lingüísticos/tecnológicos están en fase experimental, no cumplen con la quintaesencia humana, aunque estas máquinas si co-crean unidades de sentido, significaciones parciales y globales, de lo cual surgen distintas formas de relacionarse a la creación de nuevas textualidades. También debemos tener en cuenta que esta “inteligencia” está atada a una bigdata y de ella surgen respuestas sintagmáticas prefabricadas respondiendo a ejes temáticos, por ejemplo, la poesía en Puebla.  

Sin embargo, cuando le pregunté por los poetas poblanos más relevantes y actuales, la respuesta que surgió fue con nombres de poetas que no han tenido una vinculación directa a la ciudad, es decir, que no están dentro de la cartografía literaria poblana. Esto nos genera índices que aún le falta cruces informativos para llegar a una verdadera y puntual historiografía literaria sobre la ciudad:  

Yo: ¿Quiénes son los poetas actuales vivos más relevantes de Puebla?  

GPT-3: Entre los poetas actualmente vivos más destacados de Puebla se encuentran los escritores Ricardo Elizond, Pilar Garza, Federico Rubio, María Teresa Arellanes, Andrea Gómez, Mariano Abasolo, Juan Zecua y María Eugenia Valenzuela. Estos poetas han publicado obras relevantes que abordan temas como la cultura, la historia y los retos actuales de Puebla. Además, estos escritores han participado en diversos eventos literarios en la región y han recibido importantes reconocimientos a nivel nacional e internacional.  

Para humanizar la pregunta con una conciencia real sobre el actual movimiento de la poesía en la ciudad, y en vista de los errores bioliterarios de la AI, le hice la misma pregunta a Marco Antonio Cerdio Rousell, profesor de letras de la BUAP, y me respondió: Julio Eutiquio Sarabia, Álvaro Solis, Sandra Galina Fabela, Martin Tonalmeyotl, Víctor Toledo y Miraceti Jimenez. Con la salvedad -dice el profesor- que ellos no nacieron en Puebla, pero que han hecho una vida literaria productiva y muy rica en la ciudad, así como muchos escritores que han llegado de otros lugares de la república y se quedan viviendo en la ciudad.  

Finalmente, la poesía en Puebla es y no es como lo dice la AI; claro que hay una influencia directa en el espacio cultural, y es hacia donde se vieron reflejadas sus respuestas. 

Ahora bien, pensando en estos cruces de sentidos, hice un acercamiento a cinco poetas de las nuevas generaciones que hacen vida literaria en Puebla. Como en el caso de Julieta Teresa Portillo Uribe, en su poema Siempre en fachas, donde su voz poética, íntima y autobiográfica, sucede en un encuentro metafórico con su madre que desata ese diálogo con una carga de culpa. O como en el caso de Aida Escobedo, en su poema Avión donde la presencia del amor descarnado es una huella que marca y protege su propio sentido, una sintonía de afinidad entre lo que siente, lo que expresa y la experiencia como una detonante artificioso de sus sensaciones: la figuración de un amor etéreo que se cruza con el vuelo y la marca de un cuerpo a expensa de ser visto y transformado, en un juego dicotómico entre el arriba y abajo.  

También recordé a Araceli Toledo, en Eres, un poema donde la noche es forma y figura, espacio de misterio y decisión, color que alberga las sombras y tras la sombra el espectro, en un encuentro con la muerte. Pensemos en estas tres poetas desde una construcción de sentidos simbólicos: Julieta más íntima, Aida más cinematográfica, Araceli más esotérica. Cada una escribiendo desde el cielo poblano, volviendo metáforas su realidad circundante, a partir de temas universales que se vuelven locales e incluso familiares.  

En el caso de dos poetas hombres, tendríamos a Antolín Martiñón Martínez, quien, haciendo uso del haiku, convierte el deseo en su estética y la implicación de una guerra que parece fundirse entre los cuerpos, describiendo una sensación amorosa que se experimenta al contemplar el cuerpo de un amante. Por el otro lado está Arturo Olivares, con su inconformidad por lo que hay más allá de lo corpóreo, en búsqueda de generar una oportunidad de encuentro. En las dos voces masculinas encontramos que hay en ellos una poesía que no se escapa de la normatividad moderna que implica erotismo e indeterminación.  

Luego de mi interacción humana-GPT-3 puedo decir que la poesía en Puebla no tiene un solo norte conceptual, los temas varían, así como los estilos. Sin embargo, pensar en encasillar una creación nos permite valorar el contexto, las unidades formales enunciadas, incluso las formas rítmicas, fragmentarias y semánticas, de la composición. En estos poetas, que se presentaron en esta aleatoria selección, podemos evidenciar la unidad temática universal en la diversidad formal. Igual podemos decir que el GPT-3 ayudó para centrarnos en una temática en particular, la poesía en Puebla, pero aún carece de precisión informativa sobre todo en cuanto a historiografía literaria se trata, a la vez que sus sentidos y repuestas arrojadas son más generales que específicas.  

Las generalidades que aparecen en las respuestas de la GPT-3 siguen perteneciendo a un nivel de rasgos de estructuras superficiales, sin dejar de escatimar datos interesantes, pero aún insuficientes. La creación y su análisis están supeditados a la mente humana, al encuentro entre las expresiones originarias y de lo que ella derivan, son aportes al mundo de la cultura, de la creación y un sentido de pertenencia que genera memoria e identidad. 

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