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sábado, noviembre 23, 2024

Los premios de consolación de Morena, parte II

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En la anterior entrega para Hipócrita Lector, hablé sobre lo mal entendida que está la convocatoria para elegir a la persona que será la coordinadora de Defensa de la 4T (Cuarta Transformación), eufemismo con el que Morena se referirá a la persona que abanderará la candidatura presidencial del partido.  

Dos narrativas muy potentes son las que han dominado la discusión desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) inició en 2021 la carrera rumbo a la sucesión presidencial.  

La primera es que el presidente tiene cercanía y preferencia por algunos perfiles a nivel nacional y local; y la segunda, es que se tiene que respetar el posicionamiento, conocimiento, confianza e identificación de Morena sin importar la cercanía –falsa o verdadera– con el presidente.  

De estas narrativas, el Consejo Nacional de Morena determinó dar certeza a los contendientes, es decir, privilegiar de manera objetiva y con anuencia de los participantes el método de encuesta nacional.  

Este escenario no ha debilitado a la favorita, Claudia Sheinbaum, y si bien sus contendientes han iniciado recorridos por el país y un proselitismo más vigoroso, las encuestas nacionales no han cambiado su tendencia, lo que sí ha proliferado es un discurso misógino y reduccionista de los méritos de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México.  

En las 9 gubernaturas, y en especial en Puebla, estas dos narrativas aún se confrontan entre sí, sin embargo, más que un llamado a replicar la transparencia y objetividad del proceso a nivel nacional ha prosperado el malentendido que reside pedir posiciones o “premios de consolación” que se repartirán entre los 2º, 3º, 4º lugar, etcétera.  

Sin embargo, lo sostuve en mi columna anterior: “La capital no puede cederse al Partido del Trabajo (PT) o al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ni a ninguna otra fuerza que quiera imponer su 3 por ciento de representatividad, al más de 40 de Morena. Ni mucho menos, reducirse a un premio de consolación para quien quede en tercer o cuarto lugar en la disputa por la gubernatura. Puebla capital no puede quedar sujeta a las decisiones de una mesa de Poker, hay más de 1 millón 600 mil razones para no cometer tan terrible equivocación”.  

Lo que sí puede suceder es que el segundo lugar sea nombrado con una posición en el Senado de la República, pues la experiencia indica que a nadie conviene una confrontación de poderes.  

El tercer lugar una diputación plurinominal local y si logra el consenso de sus pares, hasta la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), ya que esa propuesta más que una posición de partido es una figura institucional en la que se tiene que hacer valer lo que disponga la Ley Orgánica del Congreso del Estado y su Reglamento Interior.  

Por su parte, el cuarto, quinto y sexto lugar podrían ser incluidos en un espacio en el gabinete, o alguna candidatura de mayoría relativa en un distrito federal o local. Sin embargo, hay que ser enfáticos la Presidencia Municipal no entra en este juego compensaciones, aunque como dice Mario Alberto Mejía: Sólo la presidencia municipal de Puebla no entraría en los premios de consolación, pues tiene su propia dinámica —sus propios cadáveres en el clóset—, aunque en los Juegos del Hambre que estamos viviendo todo puede suceder. 

 

La Cicuta 

En el colmo de los colmos, diferentes actores que en el pasado estuvieron ligados al marinismo, morenovallismo y que en la actualidad aún conviven sin malestar alguno hasta con Javier Lozano, buscan alguna candidatura por las siglas de Morena. Lo anterior no es solo una burla a las militancias de los partidos, pues mientras en las bases defienden proyectos, ideales y visiones, los sedicentes dirigentes, o líderes sociales transmutan sin pudor alguno, de una posición a otra.  

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