A inicios de su administración (febrero 2021), Eduardo Rivera anunció que implementaría el programa “Estacionamiento Rotativo” en el Centro Histórico de la capital poblana. Para justificar la medida afirmó que era una medida que utilizaban ciudades de Europa como Londres, París o Washington, y para que no se viera tan eurocéntrico, también conminó a mirar lo que se hace en Tlatlauquitepec, Zacatlán o Cholula.
La crítica que externamos diversos sectores de la sociedad es que la medida sería bienvenida, si tiene por objetivo democratizar el espacio público, mejorar la movilidad y evitar el acaparamiento del suelo. Sin embargo, en los hechos, todo apuntaba a que el verdadero espíritu de dicho programa era la recaudación. Diferente hubiera sido que se implementara la política, integrando a franeleros, delimitando zonas para vendedores semifijos, y que lo recaudado por concepto de pago de parquímetros o multas, fuera sometido a consideración de los habitantes de la ciudad, para que en un ejercicio de participación directa decidiéramos en qué hacer uso de ese recurso económico. En la Ciudad de México este instrumento es conocido como Presupuesto Participativo.
Eduardo Rivera, sin embargo, no tenía que implementar una medida para corregir la movilidad urbana, bastaba con aplicar los reglamentos vigentes, informar a la ciudadanía sobre la importancia de no apartar lugares, buscar consenso con comerciantes fijos y semifijos y lo más importante: si necesitaba aumentar la recaudación, hubiera empezado con cobrar los créditos fiscales existentes, no inventándose nuevos gravámenes para la ciudadanía.
La semana pasada El Sol de Puebla reportó que la empresa Parkimóvil no ha logrado recaudar la meta mensual que se habían fijado cuando inició el programa (3 millones de pesos mensuales), generando que el Ayuntamiento tuviera ganancias mínimas, por lo que el principal ingreso para hacienda municipal es el pago de multas, sin embargo, si las personas no las pagan, o simplemente esconden, sueldan o fijan permanentemente sus placas, el Ayuntamiento termina siendo un facilitador de la empresa Parkimóvil y no una autoridad recaudatoria.
Resultado de lo anterior, cobran sentido las modificaciones que se realizaron en el programa “Estacionamiento Rotativo”. A partir del 9 de enero usted tendrá que pagar 4 horas (20 pesos) para obtener la quinta de manera gratuita y no como era antes, la primera hora gratuita. Si usted no ha podido pagar las multas, o si ya le retiraron la placa previamente, le podrán imponer sanciones económicas para que sean pagadas en el momento por más de 2 mil 800 pesos y si no lo hace, su vehículo puede ser llevado al corralón –otra mafia de la que después hablaremos–.
Por si fuera poco, antes de concluir 2022, el Ayuntamiento de Puebla aprobó la Ley de Ingresos 2023, cuidando mucho el lenguaje para no aceptar que había un aumento en los costos por los servicios del Ayuntamiento, de tal forma, que, en un lenguaje estrictamente formal, no se pudiera hablar de que hay un aumento de impuestos. Sin embargo, el aumento a los servicios está dirigido, principalmente, a las personas más pobres de nuestra ciudad, mientras que conserva “incentivos fiscales” para inmobiliarias, o comercios turísticos en el primer cuadro de la ciudad.
Ángel custodio
Después de la muerte del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta y la designación del gobernador sustituto, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, no pude evitar reflexionar sobre los hombres (mujeres o personas) de Estado. Hay quienes son tan fundamentales en la vida pública que se mantienen vigentes, con su actuar construyen leyes, instituciones, legado. Nicolás Maquiavelo contrastaba estas peligrosas posibilidades, por un lado, en el Príncipe y por otro en los Discursos sobre la primera década de Tito Livio.
Fascinante.