El pasado 30 de abril en la Vía Recreativa Metropolitana (VRM) de Cholula a Puebla ocurrió una tragedia sin precedentes en contra de la comunidad ciclista, donde un menor de edad “Agustín” perdió la vida en el siniestro. Nuevamente la escasa infraestructura y la desatención del gobierno municipal de esta administración (yunquista) en materia de movilidad interna salió a relucir. Al día siguiente, un Mazda atropelló a un ciclista, y el martes, una camioneta, con un sujeto en estado de ebriedad, embistió a manifestantes que exigían justicia para Agustín.
La ola de tragedias, una tras otra, refleja una profunda indiferencia en contra de ciclistas, transeúntes y usuarios del transporte público por parte de la comunidad “cochista” y de autoridades administrativas del gobierno municipal. Para explicar esta indiferencia, tenemos que detenernos en lo que no ha hecho Eduardo Rivera en materia de movilidad interna en nuestra capital.
El Ayuntamiento de Puebla carece de infraestructura y estrategias para prevenir el exceso de velocidad, el uso del vehículo bajo la influencia de alcohol u otro estupefaciente y menos aún, de alguna estrategia para cuidar espacios destinados a ciclistas y transeúntes. Eduardo Rivera no procura garantizar el derecho a movilidad de manera segura a quienes nos movilizamos en dos ruedas, a pie o en transporte público.
Por si fuera poco, las ciclopistas que existían hasta 2021 se encuentran en un grave deterioro o en vías de desaparición; y los menos de 5 km de ciclopistas que ha creado esta administración son insuficientes e incapaces de abastecer la demanda de tránsito de la comunidad que se transporta en dos ruedas. Las ciclopistas de Rivera miden menos de 90 centímetros de ancho y ponen en peligro la vida para priorizar a quienes se transportan en vehículo particular. Eduardo Rivera no ha invertido ni creado infraestructura para garantizar el derecho a la movilidad en las principales vialidades de nuestra capital.
Y el colmo de los colmos. En su afán propagandista no solo los parques han sido pintarrajeados con los colores de su administración, sino también, cebras peatonales, rampas para personas con discapacidad, bolardos, semáforos y hasta algunas paradas del transporte público. Eduardo Rivera no ha invertido en crear señaléticas que adviertan de algún tipo de riesgo en la vialidad, y en su lugar ha ocupado el espacio público para promocionar su administración.
Hablar sobre mejorar la cultura de movilidad o de campañas de concientización es absolutamente inservible si no se mejora por un lado un marco jurídico que respalde y brinde mecanismos para hacer exigible el derecho a la movilidad, por ello es fundamental que en el Congreso del Estado se discuta de manera urgente la Ley de Movilidad de manera inmediata.
Ángel custodio
Al momento que esto se escribe en la 32 poniente y 5 norte un conductor de camión de carga arrolló a otro ciclista. Para quienes ven esto como una demanda coyuntural o una estrategia de victimización para “golpetear” a esta administración se equivocan. La vida de más del 79 por ciento de la ciudadanía que se traslada a pie, en bici o en camión en Puebla está en peligro por la indiferencia de nuestra autoridad municipal y el Congreso del Estado.
