25.8 C
Puebla
domingo, junio 8, 2025

Y qué tal si . . .

Más leídas

I

¿Y qué tal si es demasiado tarde? —le dije a mi terapeuta.Tarde, por primera vez siento que llego tarde a algo.

—¿No será una creencia heredada?—revierte mi terapeuta y me deja hacer la reflexión de tarea.

II

—Me gusta lo que escribe Cristina Rivera Garza, aunque ya es muy “señora” para mí —comenta M. a quien conocí esa tarde.

Yo también soy señora, pienso mientras doy el primer sorbo al tinto de verano para que el comentario me resbale mejor.

—¿Cuántos años tienes? —le pregunto cautelosa.

—Treinta y cinco—responde muy orgullosa de su juventud.

Para cuando publique un segundo libro estaré tocando de puntitas los cincuenta años. Imagino a los adolescentes en una librería descartándome porque nací en el siglo pasado y a los jóvenes pasando de largo porque soy una “señora”.

¿Y qué tal si para entonces  nadie me lee?

III

—¿Cómo vas con tu cuento? —me escribe D. vía Whatsaap.

—Ahí va, me gusta el rumbo que tomó el personaje de Ofelia. Avanzo lento, pero avanzo.

Su mensaje llegó en medio de aquella reunión de nuevos amigos y sentí a D. como Pepe Grillo diciéndome al oído “más escritura y menos plática”. ¿Debería estar escribiendo? Ayer apenas leí un poco, ¡ah pero avancé en mi columna!, mañana escribiré antes de irme a otra reunión, ¿me llevo la compu a las vacaciones?

IV

—What do you do for living? —me pregunta un gringo mientras bebo un gin tónic en lo que llegan mis ravioles.

—I´m a writter —contesto como lo vengo haciendo desde hace tres años.

—¡Oh! ¿Cuántos libros tú tienes? —agradezco su español y le respondo que uno.

—¿Solo unou?

—Sí, voy tarde porque primero fui maestra de Español, después mamá y ahora que mis hijos son adolescentes puedo dedicarle tiempo a lo que verdaderamente me apasiona.

V

—¿Fecha de nacimiento?

—Catorce de octubre del setenta y nueve—le respondo a la doctora que está por abrir mi expediente.

—¿Qué es eso mamá? —pregunta L.

—¿Qué cosa?

—El 79

—Mil novecientos setenta y nueve es el año en qué nací.

—¡Naciste hace mucho tiempo! —responde L. como si hablara ante un monumento histórico. Las risas mías y de la doctora no pudieron esperar.

El tiempo, el tic tac, el Y qué tal sí es demasiado tarde asalta mis pensamientos de nuevo.

— Mónica, recuerda, el “y que tal si” parte del miedo desde donde fuiste educada, —concluye mi terapeuta la sesión al tiempo que voy recogiendo mis pedacitos de corazón envueltos en pañuelos desechables.

 

Más artículos

Últimas noticias

PHP Code Snippets Powered By : XYZScripts.com