En versión, laica. Léase el siguiente texto.
(Música sacra, plis.)
Poder Nuestro que estás en el Cielo
(Bueno, no en el Cielo, sino en alguna candidatura)
Que tu nombre nos redima y nos perdone.
Llegará el día el que Venderás Candidaturas
Y los señores del Cielo te dirán:
“Hazlo, hija mía, porque así ganaremos la elección”.
Llegará el día en que Comprarás las Encuestas:
Y los lores del Cielo te dirán:
“Ponle, que vamos unos puntitos abajo del puntero”.
“Sí, Señor”.
“¿A dónde te mando la factura?”
Llegará el día en que los elegidos filtrarán las listas hechizas de candidaturas.
Pero el Comité de Candidaturas que todo lo ve se carcajeará.
Llegará al fin de los días aciagos la unión de los contrarios:
Los Priistas abandonarán a su Partido.
Los Yunquistas abrazarán a los Priistas.
Los Morenistas se quedarán en un rinconcito nomás mirando.
Los Morenovallistas se unirán a los Morenistas.
Y todas y todos se abrazarán en un gran canto de poder.
“Sí, señor, lo que tú digas”.
Como señaló el Profeta Machetitos, en sus Sacras Escrituras columnales:
“Te aliarás con los que antes odiabas.”
“Defenderás a los que antes vomitabas”
“Venderás candidaturas.”
Y los que se habían reunido con los poderosos
Llegará el Día en que serás defenestrados.
El anillo del Señor ya no les servirá.
El dedazo será olvidado.
Y los que aplaudieron a los defenestrados
Serán reconvenidos.
Las ranas croarán
Los borregos balarán
Y todos los seres del Partido mirarán sus candidaturas con anhelo.
Se cumplirá su deseo de poder.
Alabarán al Cero Uno en turno.
Filtrarán Columnas
Ofrendarán Cortinas de Humo.
Anhelarán las fotos en las portadas.
Y comprarán sus ejércitos de bots.
(Magna Cumbia ideologizada, a todo volumen.)
¡Bienaventurados los que votan porque de ellos será el reino (sic) de la democracia!
¡Bienaventurados los que cumplieron con la rúbrica, porque su candidatura será deleitosa!