Gente inteligente como Jorge Volpi asegura que Israel Vallarta jamás cometió secuestro alguno y que su involucramiento en la trama tuvo que ver con un montaje orquestado por Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino.
Sin embargo, una llamada telefónica entre Florance Cassez y Eduardo Margolis —misma que aparece al final de la serie de Netflix sobre el caso— deja ver que la francesa más famosa del mundo en 2012 —por arriba de Brigitte Bardot— estaba convencida de la culpabilidad de Vallarta.
De entrada, una vez que fueron detenidos y llevados a dos prisiones distintas, Cassez no volvió a tener comunicación con él.
Más adelante, una vez avanzados los procesos judiciales en contra de ambos, ella logró que su caso fuese desvinculado del de Vallarta.
Ya en la charla con Margolis —el responsable principal de que García Luna y Cárdenas Palomino se le fueran encima a Vallarta y a ella—, Cassez se muestra excesivamente amable y cordial, cosa que se reprocha en el mismo documental al comentar la charla telefónica.
“¿Cómo crees que voy a permitir que usen mi nombre para golpearte? ¡Tú y yo somos hombres blancos, Florence! ¡Los delincuentes son Israel y los policías!”, le dice el empresario de origen judío.
La respuesta de Cassez es “¡sí, sí, sí!”.
En ningún momento aboga por Vallarta.
Confirma simplemente el juicio de Margolis sobre su novio mexicano.
Más allá de esta —muy relevante— escena, el tufo racista de Margolis es brutal: “¡Tú y yo somos hombres blancos, Florence!”.
No he visto a ningún analista serio hacer la menor referencia a esa conversación entre Margolis y Cassez.
Menos aún, que señalen los puntos clave de esa charla.
La desfachatez del líder empresarial de origen judío no tiene límites.
En un momento de la llamada hace estos comentarios:
“¿Y qué hacen Genaro (García Luna) y Luis (Cárdenas Palomino)? Yo creo, deciden hacer una campaña de publicidad. ¿Y cómo haces una campaña de publicidad? Pues con una novela. ¿Y cuál es la novela? Pues Israel Vallarta y la francesa…”.
Luego la felicita por su casamiento con un mexicano:
“Es triste lo que te pasó. Lo siento mucho. Pero me alegra que hayas salido de todo eso. Además, te casaste y te casaste muy bien”.
Y viene otra dosis de sarcasmo:
“Ojalá tengas muchos hijos, ¡pero no se te ocurra ponerles ‘Israel’ o ‘Genaro’!
Y los dos sueltan ruidosas carcajadas.
Hay que decirlo: se tratan como dos viejos amigos, cuando Margolis tuvo mucho que ver en el encierro de siete años de Cassez.
“Sé que eres inocente. Siempre lo supe. Siempre lo dije”, le dice Margolis.
—¿Y por qué entonces no testificaste en mi juicio? —le reprocha ella.
“Temía por la seguridad de mi familia (…) Lo siento, Florence, no tuviste suerte”, remata.
—“¿Por qué yo? —dice Cassez llorando— ¿Qué le hice? ¿Por qué yo?”.
—¡Les dije que no tenías nada que ver con eso! ¡Estos hijos de la chingada (Cárdenas Palomino y García Luna) empezaron a agredirte y a hacer todas estas pendejadas! (…) Cuando me dijeron que querían hacer su pinche telenovela les pregunté ‘¿por qué?’. Me contestaron: ‘Fíjate cómo se ven bonitos los dos juntos…’. ¡Nunca permití que te hicieran eso! Me peleé con ellos hace siete años a raíz de lo que te hicieron. García Luna se lanzó contra mí: me inventó lazos con el narco y se las arregló para cerrar mis negocios”.
Ufff.
La charla terminó como inició: como si se tratara de dos viejos amigos.
Incluso Cassez dice que se alegra de escucharlo bien y que espera que sigan comunicándose ahora que ella ya está en libertad.
“Hace mucho tiempo que debimos haber tenido esta conversación, Florence”, le había dicho Margolis al inicio de la llamada telefónica.
¿Cuántos sufrimientos se pudo haber ahorrado la protagonista de esta trama si la charla se hubiese dado antes de que el empresario moviera sus tenebrosos hilos?
Por cierto: ¿de qué tamaño es su inmunidad?
Y es que durante todos estos años no ha sido imputado ni cosa por el estilo.
Incluso, cuando ha sido llamado a declarar en esta trama, se da el lujo de no acudir (sin consecuencia legal alguna).
¿Qué esfera negra protege al denominado Gólem de la comunidad judía en México?
