No es lo mismo el Consejo Estudiantil Universitario, de 1986, que el movimiento encabezado por el “Mosh”, en 1999.
Los integrantes del primero, entre los que se encontraba Claudia Sheinbaum, buscaban evitar la aprobación de una serie de reformas que atentaban contra la gratuidad en la UNAM.
El segundo, en tanto, realizó una huelga de nueve meses para exigir la gratuidad y autonomía en la Universidad, luego de que se propagara el rumor de que las autoridades buscaban privatizarla.
El primer movimiento tuvo causas legítimas a diferencia del segundo.
En este último hubo saqueos y actos vandálicos, además de que mantuvieron cerrado el campus de la UNAM durante nueve meses.
El líder de dicho movimiento fue Alejandro Echavarría Zarco, un estudiante que terminó siendo integrante de la CNTE y “aviador” en una escuela de la hoy alcaldía Álvaro Obregón hasta que desapareció de la vida pública.
¿A cuál de los dos movimientos se parece el encabezado por estudiantes encapuchados que mantienen cerrada Ciudad Universitaria (CU) desde hace cinco días?
Desgraciadamente, al del “Mosh”.
Y aunque hay estudiantes que legítimamente se fueron a un paro de labores para exigir mejores condiciones, son los encapuchados los que se han adueñado de las instalaciones.
He aquí el testimonio que una persona subió a un grupo de WhatsApp, mismo que confirma lo que aquí se dice:
“Ingresamos a CU como parte de la comisión de diálogo. De entrada, nos pidieron que nos identificáramos. No aceptaron nuestra credencial de la institución. Forzosamente pidieron la credencial de elector. Una vez que ingresamos, nos revisaron todo para que no lleváramos cosas que ellos no permitieran. Nos pusieron en un cerco, y luego, ya que estábamos todos juntos, nos hicieron avanzar, pero nos rodearon con una cuerda. Obligaron a los DASU (trabajadores de la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria) a que lo hicieran, y nos llevaron caminando así hasta llegar a la Torre de Gestión.
“Pudimos observar que había mucha basura. Los contenedores estaban llenos. Me dolió mucho ver en qué condiciones tienen las instalaciones. Pude percibir que tienen una cocina que pareciera que es industrial, y ollas y un montón de material. La verdad es que me pregunté: de dónde están sacando esos recursos si son estudiantes que están pidiendo apoyo, si son estudiantes que están pidiendo diálogo.
“La chica que iba dirigiendo el cerco llevaba chícharos y radios de comunicación. Iba todo el tiempo pidiendo indicaciones. Me sentí como un animal. Sobre todo porque nosotros les estamos dando la cara todo el tiempo. Ellos están cubiertos del rostro. Todos. Los que aparentemente son los líderes. Y digo ‘aparentemente’ porque están pidiendo indicaciones siempre. Hay estudiantes pidiendo causas justas. Realmente válidas. Pero ellos no se cubren la cara.
“Los que están cubiertos, y que nos gritaron ‘caminen rápido, caminen lento’ , se ve que tienen una estructura que honestamente… No creo que nuestros verdaderos estudiantes tengan las condiciones para poder hacer este tipo de movimientos. Me dolió mucho que un pequeño número de estudiantes esté tomando las instalaciones sin considerar a toda la comunidad”.
