A Simón Levy le queda muy bien este dicho: “Si mamas, no te lleves la vaca”.
Este personaje de la picaresca mexicana, símil (diría Julio Astillero) de Mony Vidente, es un engañabobos con sus predicciones que jamás se cumplen.
El más reciente chasco lo escenificó muy burdamente en la cantina de Twitter.
Cómo olvidar cuando golpeó la puerta de una señora de la tercera edad de la manera más violenta y luego llamó a la reconciliación.
Así opera en Twitter: patea puertas, grita, gesticula, y, una vez que queda exhibido en sus mentiras, termina por bloquear a quien lo interpela.
Todo empezó este domingo, cuando amenazó con dar a conocer audios, WhatsApps, documentos y demás pruebas que conformaban una trama de extorsión.
“…Hago público además, que ante la petición de extorsión de pagar un millón de dólares 💵 para autorizar nuestra planta e inversión de vivienda de @VesselHousing en Puebla, hemos decidido CANCELAR nuestra planta en ese estado. Tengo grabación y documentación de lo dicho”, escribió.
Luego volvió a subrayar que funcionarios del gobierno estatal lo quisieron extorsionar por esa cantidad.
Más tarde, una vez que quien esto escribe publicó un tuit sobre el desmentido de Vessel (aparecido en un medio nacional) en el que de manera categórica negaba “cualquier vínculo comercial, de inversión o colaboración con Simón Levy o con México”, nuestro Mony Vidente se descompuso.
Y dio a conocer, como pruebas irrefutables de la extorsión, dos oficios —uno de la administración anterior y otro de la actual— en el que le hacían una serie de observaciones a una petición suya.
Nada que ver con ninguna extorsión ni mucho menos.
Eran observaciones de carácter técnico.
Algunos tuiteros subrayaron: “Wey ya no mames… Cómo subes estos documentos argumentando que ‘prácticamente estaban autorizados’, si lo único que te dicen en ambos es que especifiques tu proyecto….”.
“Simón, los documentos que compartes no prueban que el proyecto estuviera ‘prácticamente autorizado’. Al contrario: te lo rechazaron por inconsistencias y por no haberlas subsanado. El procedimiento quedó cerrado con fecha 19 de marzo de 2025”.
“Si no subes lo de la extorsión, esos documentos solo evidencian que tu proyecto no reunía por mucho los requisitos para acceder a ningún recurso federal o estatal. Sea serio”.
“Estas no son autorizaciones, son observaciones, y además se trata de 2 oficios diferentes, en uno sí sale una razón social (que a saber si existe) y en el otro un nombre comercial). Además, los 2 están incompletos. No sigas engañando”.
A la par de esto, varios periodistas y exjefes de Prensa poblanos le enviaron mensajes a Levy para entrevistarlo en aras de llevarse la gran exclusiva.
Pero ésta nunca llegó.
Este lunes, sin embargo, reaccionó y publicó, ahora sí, sus grandes pruebas.
¿De qué se trataban?
De unas fotos con funcionarios de Desarrollo Económico de la anterior administración —que no probaban nada— y de la captura de una conversación de WhatsApp entre, según Levy, Rodrigo Gutiérrez Müller —hermano de la esposa del presidente López Obrador— y de un tal Víctor.
(Al parecer, Víctor Gabriel Chedraui, actual titular de Desarrollo Económico).
Así anunció el campanazo previo Simón Levy:
“Voy a hacer pública la propuesta del millón de dólares los mensajes en donde claramente me mandaron decir que no criticara al gobierno, y que la Federación lo mandaba a pedir de lo contrario, se tendría todo el proyecto”.
(La penosa redacción sumada a la penosa puntuación es responsabilidad absoluta del multimencionado empresario, tuitero y lector del futuro).
Y luego, agregó:
“Hago públicos, los mensajes que por sí mismo se explican en donde le instruían al secretario de desarrollo económico de Puebla parar mis críticas al expresidente Andrés Manuel Lópe Obrador. Estos mensajes van dirigidos al cuñado del ex presidente Rodrigo Gutiérrez Müller”.
¿Qué prueba el chat de la multiplublicitada trama de la extorsión?
Nada.
Ni una palabra.
Lo que sí demuestra es la dualidad esquizofrénica de Mony Vidente.
Vea el hipócrita lector:
“Me mandaron instrucciones, que todo se para por lo del polo de desarrollo. Y entrar a la licitación. Y creo hubo comentarios de nuestro amigo nada afortunados vs tu cuñado”. (Esto supuestamente lo escribe Víctor Gabriel Chedraui).
“Y luego hubo uno donde decían que no tenían representante en México. Y que no era Simón”. (Esto también —supuestamente— lo escribe él).
“Gracias víctor por la sinceridad… Muy lamentable que el señor gobernador se esprese así de la persona que palomeo su candidatura… ni hablar!… De lo de Simón, no es cierto lo que dicen. Yo estuve en China con ellos y sé lo que él representa”. (Esto, supuestamente, lo escribe Rodrigo Gutiérrez Müller).
“Perdón el que se expresó mal de AMLO fue Simón. Jamás el gobernador se expresó así de AMLO. Nunca”. (Esto, supuestamente, lo escribe Víctor Gabriel Chedraui).
(La ortografía, las faltas de ortografía y la redacción —casi idénticas a las de Simón Levy— fueron transcritas tal cual).
Lo que aquí sí queda claro es que Levy buscó entrar por la puerta trasera a una negociación legal.
(Al más puro estilo de los Melgarejo).
Tengo mis reservas sobre la participación de Rodrigo, aunque anteriormente el cuñado de AMLO fue exhibido gestionando 25 millones de dólares para el exalcalde de Tamazula de Gordiano, Jalisco.
Mis respuestas en Twitter no le gustaron a Levy, quien optó por bloquearme.
Gracias a los tuits de sus voceros en Puebla me enteré de dos cosas: que en cosa de una hora nuestro Mony Vidente cambió de opinión radicalmente sobre Víctor Gabriel Chedraui.
Una vez que un tuitero lo acusó de payaso, escribió: “Payaso es el secretario de desarrollo económico actual”.
Minutos después, rectificó: “Víctor Gabriel es un extraordinario servidor público y honesto”.
(WTF!).
¿A qué Simón Levy le creemos?
