23.6 C
Puebla
domingo, agosto 31, 2025

La presidenta Sheinbaum y los conejos entrampados

Más leídas

Pocos pensaron que Claudia Sheinbaum llegara a su primer informe de gobierno con tantos positivos.

Los críticos de la 4T apostaron a que no podría moverse debido a la enorme loza que Andrés Manuel López Obrador había montado.

La veían como un títere en manos de su mentor.

Se equivocaron.

De entrada, la presidenta enfrentó desde el primer momento a un animal político muy parecido a AMLO: Donald Trump.

Los arrebatos de éste fueron respondidos con serenidad y paciencia (como Kalimán le recomendaba a Solín, su discípulo).

Y eso generó un ambiente de sana conversación, muy lejano a la discordia.

La catástrofe anunciada por los críticos no llegó.

Pero ese contexto le sirvió a la doctora Sheinbaum para apretar varios botones en materia de seguridad.

Las cosas se han movido brutalmente en menos de un año.

Y los rezagos de una equivocada política en el tema del combate al narcotráfico quedaron en el pasado.

Hoy por hoy, los resultados han puesto a México en un lugar privilegiado en la relación con el difícil vecino del norte.

Otro tema que en lo particular me llama la atención tiene que ver con la guerra intestina de Morena.

Todo gobernante, ya se sabe, enfrenta resistencias al inicio de su mandato, pero en el caso de la presidenta éstas llegaron al grado de la grosería.

Cómo olvidar el sainete protagonizado por un puñado de legisladores, dirigentes y funcionarios el 9 de marzo en el zócalo de la Ciudad de México.

Cuando la presidenta se dirigía al templete para pronunciar su discurso, a Adán Augusto López Hernández, a Andy López Beltrán, a Ricardo Monreal, a Luisa María Alcalde, a Alejandro Esquer y a Manuel Velasco, entre otros, se les ocurrió posar para una foto y, en consecuencia, darle abiertamente la espalda.

Ella reaccionó con una carcajada, que, al escucharla, movió al grupo de los duros del lopezobradorismo a tratar de remediar el agravio.

Fue inútil.

La presidenta aceleró el paso y subió al templete.

Tres de los protagonistas de dicha grosería la han pasado mal.

¿Nombres?

Andy López Beltrán, Adán Augusto López y Ricardo Monreal.

Y no es que la doctora Sheinbaum se haya vengado de ellos, sino que el karma terminó por alcanzarlos.

Es la ley de la vida.

Nunca falla.

Los tres han perdido fuerza tras los escándalos que enfrentaron recientemente y no se ve para cuándo la recuperarán.

Ella, en cambio, cada vez se nota más fortalecida y dueña del poder presidencial.

La prudencia es otro de sus atributos.

Y es que no le corre prisa, cosa que, en tiempos de imprudentes o conejos entrampados, como los aquí nombrados, es una autentica virtud que vale oro.

Notas relacionadas

Últimas noticias

En el nombre de la música