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miércoles, diciembre 18, 2024

Exgobernador desempleado busca trabajo

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José Antonio Gali Fayad, gobernador poblano de 22 meses (entre 2016 y 2018), por fin aceptó que está en espera de una invitación del gobierno de Alejandro Armenta Mier para incorporarse a la nómina.

(Fue el abogado César Garizurieta, conocido como el “Tlacuache”, quien acuñó la célebre frase de “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”).

Al llegar a la nueva sede del Congreso del Estado, Gali fue abordado por los reporteros.

De pronto, uno de ellos le preguntó a bocajarro:

“¿Está interesado en participar en el gobierno de Alejandro Armenta?”

La respuesta no tardó en llegar:

“Pues, como todo, hay que esperar si hay alguna invitación. Por lo pronto, siempre en espera y atento a lo que se le pueda ofrecer a cualquier funcionario público (por) si necesitan algún consejo”.

Queda claro de que en caso de que haya una oferta de trabajo, ésta no sería como secretario de despacho.

(Todas las Secretarías, salvo Cultura, están ocupadas).

¿Y qué decir de las subsecretarías o de las direcciones generales?

Quizás sobraría por ahí una jefatura de departamento o un cargo de analista, pero sería curioso, y hasta divertido, ver llegar al exgobernador, todos los días, a checar su entrada a las ocho de la mañana.

De muy buena fuente se sabe que aspira a ser asesor del gobernador Armenta.

Así lo viene diciendo a sus cercanos.

Por lo pronto, las señales no parecen favorecerlo.

Vea el hipócrita lector:

Ante un saturado Centro Expositor, el gobernador Armenta reconoció a don Melquiades Morales —como lo ha hecho en otros momentos— con palabras elocuentes:

“Me da gusto ver aquí a un gran gobernador, el licenciado Melquiades Morales”.

A la izquierda de éste, Gali se acomodó la corbata en espera de una mención:

“También le agradezco al exgobernador, nuestro amigo Tony Gali. Gracias, Tony, por estar con nosotros”.

El contraste fue elocuente.

(Sin palabras).

Hace varias semanas, en este espacio narré un hecho que dejó en claro dónde están los afectos del nuevo huésped de Casa Aguayo.

El entonces gobernador electo se dirigía a su lugar en la primera fila, cuando a su paso se encontró con los exgobernadores mencionados.

Sin titubear, se saltó a Gali y tomó las manos de don Melquiades, quien, sorprendido, no dejaba de sonreír.

Alejandro Armenta le dijo algo sólo para sus oídos al tiempo que Gali buscaba escuchar.

Para hacerse visible, le tocó la espalda como diciéndole “aquí estoy yo también”.

La respuesta se dividió en tres partes: una mirada rápida, una sonrisa y una palmada.

Y siguió hablando con don Melquiades.

Con todo esto, la petición implícita de trabajo de “Tony” quedará para el anecdotario.

 

 

¿Y la secretaría de Cultura? Algo llamó la atención durante la ceremonia de Toma de Posesión del gobernador Alejandro Armenta:

La posición de la Secretaría de Cultura y Arte no fue mencionada a la hora en que se dieron a conocer a los diversos titulares del Gabinete.

Desde hace varias semanas, el propio Alejandro Armenta anunció el arribo a esa cartera de la muy joven Gloria Pacheco.

Sin embargo, ha trascendido que ella cuenta tan sólo con 23 años de edad, por lo que incumple lo que mandata el artículo 84 de la Constitución poblana, que a la letra dice:

“Para ser Secretario del Despacho se requiere ser ciudadano mexicano, estar en ejercicio de sus derechos, y tener veinticinco años cumplidos”.

Siempre he creído que el talento no debe estar reñido con la edad, pero ante la Constitución nada se puede.

He aquí un ejemplo.

Ufff.

Por cierto: es la primera vez que veo un Gabinete surgido de las filas del gobernador.

Me explico.

Normalmente los gobernadores designan a los secretarios de despacho de entre los tecnócratas o los políticos profesionales.

Es decir: entre gente que no estuvo con ellos en los momentos complicados.

El gabinete del gobernador Armenta proviene de quienes lo han estado acompañando en esos tiempos duros.

En la guía del político profesional impera la lógica del poder, esa lógica que fue aplastada desde el primer minuto del gobierno de López Obrador, en diciembre de 2018.

La declaración de Gali, ufff, hay que leerla a la luz de esa lógica.

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